Un joven de 32 años y de origen magrebí ha sido rescatado en Melilla después de que, al ser descubierto como polizón, se tirara al mar para no ser detenido por la Policía, todo ello pese a no saber nadar.

El joven fue retenido inicialmente por la tripulación de uno de los buques que unen la ciudad autónoma con la península, junto con otros tres más, con quienes se había subido al barco para viajar como polizones, según informa la Jefatura Superior de Policía.

Al percatarse de la presencia de los agentes, que fueron llamados por el personal del barco, uno de ellos se lanzó al mar, aunque inmediatamente comenzó a hacer "aspavientos" y a pedir ayuda, ya que, al no saber nadar, se estaba ahogando.

Uno de los policías se desvistió para lanzarse al mar, aunque no pudo acceder a la zona donde se encontraba esta persona, mientras que otro subió a una embarcación de la Armada que se encontraba atracada cerca, desde donde le lanzó un flotador.

Según las fuentes, una vez sujeto a él, los policías lo remolcaron hasta tierra, donde llegó inconsciente. Inmediatamente, los agentes comenzaron las maniobras de reanimación cardiopulmonar, que tuvieron que repetir hasta en dos ocasiones, antes de trasladar al joven, ya consciente, al Hospital Comarcal donde permanece ingresado. Los otros tres supuestos polizones fueron detenidos por otro vehículo policial, al que le fracturaron la luna trasera derecha.