La investigación sobre la muerte de dos bebés presuntamente a manos de su madre apunta varias hipótesis como posible móvil de los crímenes, una, la más probable, la frustración que sentía la mujer por no tener un varón y otra, que pudiera tratarse de un rito religioso.

La madre, de 26 años y nacionalidad marroquí, está desde este miércoles ingresada en prisión provisional en la cárcel de Zuera (Zaragoza), donde fue enviada por la titular del Juzgado de Instrucción número 3 de Zaragoza, Mercedes Ferrer, acusada de dos delitos de asesinato, uno cometido en 2011 y otro el pasado 21 de noviembre, y de otro en grado de tentativa, en marzo de 2013, todos ellos contra sus hijas.

Según han informado fuentes del caso, la investigación apunta como hipótesis más cercana que la mujer sufre algún tipo de trastorno mental y que estaba obsesionada por tener un varón. Por lo visto, personas del entorno de la mujer han asegurado que estaba "muy preocupada" por no tener varones, según dichas fuentes.

En cuanto a la segunda hipótesis, se investiga a raíz del informe realizado por una mediadora cultural con la madre, que afirma que las muertes de las pequeñas se debieron a un ritual religioso, ya que la mujer estaba convencida de que estaba poseída por los espíritus y fueron éstos los que la empujaron a matar a las niñas.

Sin embargo, la mujer, que ha declarado ante la juez ayer durante 45 minutos, negó haber matado a las pequeñas. En cuanto al marido, que no está detenido ni tiene imputación alguna, es el zapatero del barrio de las Fuentes de Zaragoza, un hombre muy asentado y que está desbordado, según dichas fuentes.

De momento, no está claro si la tutela de la menor a la que intentó matar en 2013, y que desde el pasado lunes está en manos de los Servicios Sociales, regresará a manos de su padre, a la espera de los informes y estudios pertinentes. La juez ha encargado nuevas pruebas periciales y está a la espera de que se remitan al juzgado distintos informes, entre ellos los solicitados al Instituto Médico Forense, han dicho fuentes jurídicas.

La detención de la mujer se produjo el pasado lunes a raíz de la investigación abierta el pasado 21 de noviembre debido a la muerte de una niña de tres meses que fue llevada por su madre al centro de salud del barrio de las Fuentes de Zaragoza, donde residen, ya cadáver.

Se da la circunstancia, según la Policía Nacional, de que esta misma niña, fallecida el día 21 noviembre, había sido ingresada un mes antes "por un episodio similar" durante dos semanas en un hospital de Zaragoza debido a que "estaba palideciendo y tomaba un color azulado" tras la toma de pecho.

Este último episodio motivó que la abuela paterna, que fue la que encontró a la pequeña fallecida, se desplazara a pasar unos días al domicilio de esta mujer en Zaragoza. Los informes médicos vinculan a "un agente externo" los síntomas que presentaron las tres bebés.

Según los partes médicos, a los que alude la policía, en los tres casos las pequeñas presentaban "episodios de hipotonía, cianosis peribucal, mala coloración generalizada, vómito y emisión de una ligera cantidad de sangre por la boca".

Los agentes también pudieron comprobar que en los dos primeros sucesos las menores estaban acompañadas únicamente por la madre y que, tras la primera muerte, los progenitores se negaron a que le practicaran la autopsia al cadáver alegando motivos religiosos, según fuentes del caso.