'Ratón musa', una historia del arte a través de los ratones

  • De elementos ornamentales de la antigua Roma hasta instalaciones artísticas, un libro reúne obras con la presencia de los pequeños roedores como hilo conductor.
  • El tomo prueba el silencioso poder de la imagen del ratón, avatar del demonio en la Edad Media o símbolo de la sensibilidad y la imaginación en el siglo XIX.
  • En el compendio hay tanto piezas arqueológicas  como obras de Durero, El Bosco, Klimt, Beatrix Potter, Joan Miró, Andy Warhol, Art Spiegelman...
'Ratón de cerca' (2009), óleo del pintor estadounidense Trey Friedman, una de las 80 obras del libro 'Mouse Muse: The Mouse in Art'
'Ratón de cerca' (2009), óleo del pintor estadounidense Trey Friedman, una de las 80 obras del libro 'Mouse Muse: The Mouse in Art'
© Trey Friedman
'Ratón de cerca' (2009), óleo del pintor estadounidense Trey Friedman, una de las 80 obras del libro 'Mouse Muse: The Mouse in Art'

Desde elementos ornamentales en la antigua Roma hasta instalaciones, los ratones siempre se han introducido en los huecos del arte con los más variados significados. La Edad Media los estigmatizó relacionándolos con el demonio, en el renacimiento empezaron a interesar como especímenes científicos, en la pintura de principios del siglo XIX eran un guiño a la sensibilidad y la imaginación, las más radicales vanguardias de los sesenta y los setenta incluso emplearon sus cuerpos para construir "antiarte".

Una prueba definitiva sobre el silencioso poder de la imagen del pequeño roedor a lo largo de la historia, el libro Mouse Muse: The Mouse in Art (Ratón musa: el ratón en el arte) —publicado por la editorial neoyorquina The Monacelli Press— es un extenso compendio visual de representaciones artísticas del animal a través de los siglos.

La escritora y editora estadounidense Lorna Owen consuma con el trabajo su pasión por los ratones. Autora del blog Mouse Interrupted (Ratón interrumpido) cuenta anécdotas y analiza el peso del roedor en manifestaciones artísticas separadas en el tiempo y en el estilo. Entre la selección de obras incluidas en el libro hay tanto piezas arqueológicas del Perú precolombino o de la India como trabajos de Durero, El Bosco, Constable, Klimt, Beatrix Potter, Joan Miró, Andy Warhol, Art Spiegelman... En las 80 escogidas creaciones, Owen proporciona información sobre el papel que juega el diminuto animal en la escena.

Prosperidad, fertilidad, confianza...

Convertido en un pompón con orejas, un ratón protagoniza una de las pinturas de Shibata Zeshin, artista japonés que sentía predilección por un animal asociado en el japón feudal con la prosperidad. Ilustrado en un manuscrito mongol del siglo XIV, protagoniza junto a un cuervo una fábula sobre la hermandad y la confianza. El Bosco, en El jardín de las delicias, también otorga al animal un pequeño espacio en el panel central del tríptico. Con significado poco claro, el pintor se podía referir con él a la fertilidad, pero también a la alquimia.

La autora de la recopilación no se queda en el pasado y aborda el análisis de creaciones e intervenciones actuales. El británico Alastair Mackie construye una esfera con restos de ratones recogidos de un granero familiar en Cornualles, donde los buhos los comían a decenas de miles y desechaban los huesos y la piel. Empleando un lenguaje más clásico, el estadounidense Trey Friedman —atraido por la profunda y sincera mirada animal— pinta al óleo el rostro de un ratón marrón y blanco que parece enfrascado en sus pensamientos.

"Están en todas partes. Después de todo son los mamíferon más comunes... Después de los humanos. Donde veas uno, significa casi con seguridad que hay una docena más a mano. De su legado en las obras de arte, se puede decir lo mismo", declara Owen en la introducción del tomo sobre los "físicamente diminutos, pero culturalmente tremendos" roedores.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento