El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha negado este miércoles haber "engañado" a los españoles porque finalmente no se ha celebrado un referéndum soberanista en Cataluña porque era "ilegal". "He cumplido con mi deber", ha enfatizado. De esta forma ha respondido a la portavoz de Unión, Progreso y Democracia (UPyD), Rosa Díez, quien le ha acusado de haber mentido a los ciudadanos por asegurar que no habría consulta cuando, según ha defendido, sí se ha celebrado.

Frente a esta acusación, vertida durante la sesión de control al Ejecutivo en el Congreso, el presidente ha recordado que en diciembre de 2013 aseguró que esa consulta independentista no se celebraría en tanto en cuanto era "ilegal", afectaba a la soberanía nacional y la Generalitat de Cataluña no tenía competencias para su convocatoria. Y, según ha remarcado, así ha sido.

Ese referéndum, según Rajoy, no se ha celebrado porque el Gobierno recurrió esa convocatoria impulsada por el presidente catalán, Artur Mas, ante el Tribunal Constitucional. "He defendido la legalidad, he cumplido con mi deber y no he engañado a la Cámara", ha insistido.

Ya en los pasillos del Congreso, tras la sesión de control, el jefe del Ejecutivo ha afirmado que la hoja de ruta soberanista de Mas, que incluye una lista unitaria, es "un paso más a ninguna parte" y ha asegurado que se ha convertido en el presidente de una "parte minoritaria de los catalanes" porque "ha abandonado la mayoría que no ha querido acompañarlo" en su proyecto.

Además, ha calificado de "preocupante" el "déficit de gobierno" que desde 2010 se vive en Cataluña con reiterados anuncios de elecciones y referéndum, cuando la prioridad es atender a la crisis económica y lograr más crecimiento y crear empleo. A su juicio, la estrategia de Mas va en contra de "lo que está sucediendo en el mundo" y los procesos de integración como el de la UE y pretende "obligar a los catalanes a elegir entre su condición de catalanes y españoles" o europeos.

Eso —ha dicho— "no tiene sentido" y atenta contra las libertades y derechos de los ciudadanos. Por eso, "el Gobierno de España y yo mismo y mucha gente vamos a seguir defendiendo la soberanía nacional y nuestro texto constitucional" que ha proporcionado el mayor proceso de progreso y bienestar en la historia moderna del país, ha asegurado el jefe del Ejecutivo. Y ha garantizado a los catalanes que los proveedores van a seguir cobrando, los servicios públicos funcionando y financiándose y el Gobierno seguirá atendiendo los vencimientos de deuda de la Generalitat.

El presidente de la Generalitat, Artur Mas, le ha respondido desde el Parlamento catalán, donde se ha celebrado la sesión de control, marcada por la hoja de ruta tras el 9-N. Ha preguntado al jefe del Ejecutivo por qué ha llevado a la Fiscala a querellarse contra él, la vicepresidenta y la consellera de Enseñanza si el propio Rajoy admite que no hubo referéndum en Cataluña.

Mas se ha preguntado qué hace la Fiscalía presentando una querella con cuatro presuntos delitos: "No nos lo explicarán porque se trata de intentar hundirlo todo y crear un muy mal ambiente en la relación institucional". "Envié una carta a Rajoy, y la respuesta que he tenido ha sido una querella con cuatro delitos. No está mal si ésta es la capacidad de diálogo en un país en el que se plantean problemas políticos" por importantes e incómodos que sean, ha lamentado.

También ha reprochado al presidente del Gobierno no tener constancia oficial de su visita a Cataluña este sábado, y saberlo por los medios de comunicación: "Ya estamos acostumbrados". Además, ha recordado que sólo ha obtenido respuesta a "un tema y medio" de los 23 que le planteó hace cuatro meses en su última reunión en Madrid. "Para el resto, silencio", ha destacado.

El secretario general del PSOE, Pedro Sánchez, ha considera una "pésima noticia" que el presidente de la Generalitat haya optado por fracturar "aún más" la sociedad catalana con su hoja de ruta y que sólo se dirija sólo a una parte de la sociedad catalana y haya apostado por el "frentismo" ante el nuevo pacto constitucional que proponen los socialistas.

A su juicio, es hora de construir "un nuevo proyecto" para el conjunto del país, y de "fraguar" entre todos una reforma constitucional que alumbre "una nueva forma de convivir entre los distintos territorios de España". Frente al proyecto de futuro del PSOE, Sánchez ha criticado el "frentismo y el inmovilismo" de Mas y Rajoy, quienes en lugar de aportar soluciones "son parte del problema".

"Es un problema de falta de voluntad política de Rajoy y Mas, que están haciendo del enfrentamiento una forma de ganar las elecciones", ha denunciado.