El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, aseguraba este miércoles durante la Sesión de Control al Gobierno que ha diseñado cinco líneas de actuación para enfrentar el conflicto soberanista catalán, entre los que se incluye "el diálogo".

"Vamos a trabajar en cinco líneas, la estabilidad política, colaborando y dialogando para resolver los duros efectos de la crisis", afirmaba el presidente, que anunciaba que va "a defender mis posiciones políticas reafirmando la soberanía nacional" y a "dialogar con la Generalitat sobre los temas que sean de interés de los ciudadanos". Recordaba además que hace poco el presidente de la Generalitat le remitía un documento (trasladándole el resultado del proceso participativo y animándole a acordar un referendo) "sobre el que estoy dispuesto a hablar".

Sin embargo, las explicaciones de Rajoy no convencían a Pedro Sánchez, secretario general del PSOE, que le replicaba que "es hora de dejarse de querellas", y vaticinaba que Rajoy "se va a convertir en parte del problema". El líder de los socialistas insistió en iniciar "la reforma constitucional para recuperar consensos y regenerar la vida democrática" y para "cerrar el foso de desconfianza entre las instituciones y la ciudadanía".

Sánchez insistió en la necesidad de "pasar del estado autonómico al estado federal, para eliminar duplicidades y triplicidades en algunas competencias y para responder a singularidades de sociedades como la catalana".

"Vivimos en la mejor de las españas, pero para que eso siga siendo así hay que reformar nuestra Constitución", aseguraba Sánchez, al que Rajoy acusaba después de presentar "eslóganes y titulares y al que animaba a aclarar qué quieren decir con "estado federal" y a hacer propuestas concretas.

"Ustedes [los socialistas] solamente están de acuerdo en una cosa: no decir nada porque no tienen ningún tipo de acuerdo en el resto", terminaba Rajoy.

El presidente del Gobierno afirmaba poco después de participar en la Sesión de Control que su Ejecutivo ha "cumplido con su función" y ha añadido que ahora es la Fiscalía la que tiene que "tomar las decisiones" tras la jornada del 9 de noviembre. Dicho esto, se ha comprometido a "respetar" lo que decida el Ministerio Público, "sea una cosa o la otra".

La misiva del presidente catalán incluía, además de los datos sobre la consulta del 9-N, las 23 propuestas sobre economía, finanzas públicas, infraestructuras, sanidad o dependencia que Mas ya propuso a Rajoy en la reunión que mantuvieron en julio en la Moncloa. De estas, solo se ha avanzado en una: la conexión de la estación de Sants y la terminal T1 del Aeropuerto de Barcelona. Pocos días después del encuentro, ambas administraciones cerraron un acuerdo para que el tren lanzadora entre en funcionamiento en 2017 gracias a un acuerdo público-privado pero no se han concretado nuevos detalles.

Precisamente, el diputado de CiU y portavoz adjunto en el Congreso de los Diputados, Pere Macias, ha criticado que el presidente "no se ha dignado a responder" el documento. Además, ha asegurado que hay una "ética jerárquica" en la Administración española, sobre todo en relación con algunas inversiones públicas que, según él, no sirven para generar riqueza. Un ejemplo es "el AVE para todos", que, a su juicio, no es sostenible y va en detrimento de la inversión en ferrocarril de mercancías y cercanías.

Por otro lado, también ha opinado sobre la propuesta de reforma de la Constitución del PSOE, que cree que es "indefinida", a lo que ha añadido que el lenguaje del líder socialista puede ser eficaz en unas elecciones, pero "preocupante" si no hay nada detrás. En ese sentido, el diputado ha manifestado su interés en conocer la aplicación del federalismo que propone el PSOE desde un punto de vista de competencias de las comunidades autónomas.