Podría ir a la cárcel por raparle el pelo a una chica en cumplimiento de una ley gitana

  • Le aplicó el castigo gitano a pesar de ser paya al sospechar que mantenía una relación con su novio.
  • Sucedió en 2005 durante una fiesta de cumpleaños.
  • El supuesto novio estaba casado y tenía dos hijos.

María Magdalena G. una joven gitana barcelonesa se enfrenta a una condena de cuatro años de cárcel por haber cortado el pelo a tijeretazos a una amiga de quien sospechaba que tenía una relación con su novio.

La aplicó este castigo en cumplimiento de la ley gitana que prevé este castigo a las mujeres que se entrometen en un matrimonio. Resulta que el novio de Maria Magdalena

estaba "casado y con hijos", según ha declarado en el juicio la denunciante que ha afirmado que el entorno de la acusada
la ha amenazado con represalias cuando acabe el juicio.

La acusada descubrió la supuesta relación entre su amiga y su novio cuando durante una fiesta de cumpleaños le quitó el teléfono móvil y comprobó que había recibido una llamada del hombre, tiró el teléfono al suelo, la abofeteó y de un empujón la sentó en una silla y le cortó el pelo ante la mirada impasible de todas las mujeres que estaban en la fiesta.

La amiga no se resistió

María Magdalena G. no ha tenido reparos en reconocer ante el juez que cortó la melena a la víctima para castigarla pero ha insistido que su amiga no se resistió a que le cortara el pelo, porque aunque es paya, conoce esa tradición de la etnia gitana y la acató.

Lo procesada sometió a Beatriz D. a la 'ley gitana' en noviembre de 2005 durante una fiesta de cumpleaños que celebró en su casa del barrio de La Marina del Port de Barcelona.

Me dejó el pelo sin arreglo si no es que me rapaba la cabeza
"Me lo dejó sin arreglo si no es que me repaba la cabeza", ha declarado la víctima que ahora lleva una melena que le llega a la cintura.

Abandonó el barrio

La víctima abandonó durante dos semanas a raíz del trauma que le provocó el corte de pelo y ha reconocido que hasta ese día desconocía el castigo previsto por la tradición gitana pero que de todas las maneras no lo habría acatado por no pertenecer a esa etnia.

Además de un delito contra la integridad moral y dos faltas de lesiones y daños, la fiscalía pide que la procesada sea condenada por detención ilegal porque Beatriz B. fue retenido contra su voluntad mientras se le cortó el pelo.

Para el fiscal "es más grave el corte de pelo que las bofetadas" por lo que supone de atentado a la dignidad de la persona y porque recuerda "otras épocas" en que se aplicaba ese castigo para humillar a las mujeres consideradas reprobables.

La defensa, por su parte, considera que el corte de pelo no tiene "tanta importancia" como mantienen las acusaciones, lo que viene demostrado porque ninguna de las amigas presentes en fiesta moviera un dedo para evitarlo. Propone una pena de multa por tres faltas de daños, lesiones y vejaciones.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento