La laguna del aceite de Arganda del Rey permanecerá en su sitio algo más de tiempo del esperado. El Gobierno de la Comunidad de Madrid no ha conseguido que su plan de recuperación, presupuestado en 14,5 millones de euros, sea financiado al 50% por la Unión Europea, lo que retrasará la limpieza y adaptación de la zona, según denuncian los colectivos Arba, Grama, Jarama Vivo, Ecologistas en Acción y la Asociación Ecologista del Jarama 'El Soto'.

La laguna del aceite tiene su origen en la dejadez de la Comunidad de Madrid frente al vertido de aceites contaminantes realizado en esta parcela por las empresas Ulibarri y Piqsa entre 1989 y 1995. El Ejecutivo dejó prescribir el delito —tres años— y la finca permaneció abandonada hasta que el Gobierno regional la adquirió en 2009 por 50.000 euros.

En este período, la charca ha acumulado 50.000 metros cúbicos de residuos tóxicos corrosivos y 70.000 metros cúbicos de terreno afectado (120.000 en total). Más de cien aves al año han perdido la vida al caer en los lodos, que se encuentran, paradójicamente, dentro de los límites del Parque Regional del Sureste, lugar de interés comunicatario (Lic) y zona de especial proteccion de aves (Zepa).

La Comisión Europea hizo públicos el 30 de abril los proyectos elegidos para entrar a formar parte del programa Life+, que financia el "desarrollo y la aplicación de la política y el Derecho en materia medioambiental". España ha recibido 116,1 millones que se repartirán entre 68 iniciativas impulsadas por administraciones y entes públicos, asociaciones y empresas. El de la Consejería de Medio Ambiente no está entre ellas, por lo que los 7,2 millones que esperaba recoger el gobierno autonómico se han esfumado.

El departamento que dirige Borja Sarasola sigue adelante con la parte administrativa. A la exposición pública del estudio de impacto ambiental le ha seguido la publicación, el pasado mes de junio, de la declaración de impacto ambiental favorable.

La empresa pública estatal Tragsa comenzó a realizar los accesos y plataformas necesarias tras la presentación del proyecto. El Instituto Madrileño de Investigación y Desarrollo Rural, Agrario y Alimentario (Imidra) y la organización SEO/BirdLife prestan apoyo científico. Sin embargo, no hay dotación presupuestaria para completar la limpieza. "La decisión de la UE se conocerá en junio de 2014, pero aunque lo rechace, que sería muy raro, seguiríamos adelante, pero entonces tardaríamos más tiempo en terminar", admitió Sarasola en 2013. Un portavoz de la Consejería aseguró a 20minutos que el proyecto "sigue adelante y sin problema con financiación propia de la Comunidad de Madrid".

Los estudios previos han puesto de manifiesto que el aceite tiene cuatro capas. De acuerdo al plan inicial, las dos superiores se retirarán mediante bombeo. Las dos restantes se tratarán in situ, neutralizando el ácido para trasladar el aceite posteriormente a plantas cementeras, donde se quemará. "El suelo contaminado se someterá a una técnica conocida como desorción térmica, es decir, la incineración, una opción que generará nuevos residuos peligrosos", critican los ecologistas.

Los técnicos autonómicos aseguran que el procedimiento contará con todas las garantías. Empresas como Emgrisa ofrecen este servicio mediante plantas móviles o fijas capaces de cumplir "con las reglamentaciones más exigentes en materia de emisiones".

El fin de los trabajos está previsto para el año 2020. A partir de esa fecha, la laguna debería recuperar su aspecto original con nueva vegetación, arbolado y una lámina de agua dedicada a la fauna de la zona.