El mismo año en el que los príncipes de Asturias, Don Felipe y Doña Letiza, cumplen su décimo aniversario de bodas, serán coronados reyes de España.

Así se ha sabido tras el anuncio, en la mañana de este lunes, de la abdicación del rey Juan Carlos I.

Esta casualidad —o no— converge en un hecho histórico, ya que Letizia se convertirá en la primera reina consorte de la historia de España con sangre 'plebeya', es decir, sin ascendencia real o aristocrática.

Letizia sigue así los pasos de la reina Máxima de Holanda, y se convertirá, tras ella, en la segunda reina plebeya de Europa del siglo XXI (cuentan con un precedente en el siglo XX: la reina Sonia de Noruega, que era azafata).

Otras muchas princesas herederas plebeyas están por tomar el relevo generacional en Europa: la princesa Mary de Dinamarca, la duquesa Catalina de Inglaterra y la princesa Mette Marit de Noruega, entre otras.

Letizia Ortíz Rocasolano nació como una niña más en Oviedo el 15 de septiembre de 1972, siendo la mayor de tres hermanas. Pronto siguió los pasos de su padre en el Periodismo: se licenció en esta materia por la Universidad Complutense de Madrid y amplió sus estudios de Doctorado en México, donde trabajó en el diario Siglo 21.

A su regreso trabajó en Bloomberg televisión y en el canal CNN+ hasta que en el año 2000 se incorporó a Televisión Española. Fue presentadora de Informe Semanal, de Telediario Matinal y de los especiales sobre el Euro, emitidos en los Telediarios de TVE.

Durante los veranos de 2001, 2002 y 2003 presentó el Telediario 1 y en septiembre de ese año comenzó a presentar el Telediario 2 de TVE, junto a Alfredo Urdaci, director de los informativos.

En 2001 fue galardonada con el premio "Larra", otorgado por la Asociación de la Prensa de Madrid al periodista menor de 30 años que más se distingue durante el año.

La sorpresa llegó el 1 de noviembre de 2003, cuando la Casa Real anunció el compromiso del príncipe Felipe con la hasta entonces conocida presentadora de las noticias.

Sectores más tradicionales no vieron con buenos ojos esta unión con una plebeya, sobre todo teniendo en cuenta que estaba divorciada: cuatro años antes había contraído matrimonio civil en 1999 con Alonso Guerrero Pérez, su profesor de literatura durante el instituto, un matrimonio que solo duró un año.

Haciendo oídos sordos a estas protestas, la petición de mano tuvo lugar 5 días después, en la que Letizia llevó la voz cantante e incluso mandó callar al príncipe, lo que originó una nueva oleada de críticas.

Su origen 'humilde' debería ser motivo de simpatía entre los ciudadanos, pero la actitud dominante y algo altiva de la periodista ha impedido que haya calado en los españoles de a pie.

Su boda, el 22 de mayo de 2004, tuvo un escaso seguimiento a pie de calle, quizás también propiciado por la lluvia que empañó el día.

Letizia se sometió a un intenso programa de educación para su incorporación en la Casa Real, desde protocolo a idiomas.

También recibió clases de estilo: por primera vez cambió su vestuario, dejó los pantalones y comenzó a llevar faldas y vestidos en sus actos oficiales.

Desde entonces su guardarropa —con Felipe Varela como diseñador de cabecera— ha estado sometido a un concienzudo análisis, e incluso su calzado favorito, los peep-toe, marcaron tendencia y fueron rebautizaron con su nombre: los 'letizios'.

El 8 de mayo de 2005 se anunció que los príncipes de Asturias esperaban su primer hijo, heredero a la Corona. Letizia dio a luz a la infanta Leonor el 31 de octubre de 2005.

En septiembre del año siguiente se anunció su segundo embarazo. En el transcurso de este, Letizia sufrió el revés más grande de su vida: su hermana Erika apareció muerta en la casa de Valdebernardo que había sido de su propiedad.

Aunque la palabra suicidio corría por los mentideros, jamás se confirmó este extremo. Sin embargo, el dolor de la princesa y la entereza con la que atendió a los medios de comunicación a su llegada al tanatorio fueron conmovedores, y por un momento inspiró la simpatía que hasta ese momento no había gozado.

Letizia ha cumplido desde entonces su papel como princesa con corrección, se ha medido cara a cara en elegancia y saber estar con la reina Rania de Jordania, con la que se le ha comparado muchas veces, y con Carla Bruni, cuando era Primera Dama de Francia.

Por el momento, Letizia parece haber salido indemne de la multitud de escándalos que ha salpicado a la Casa Real, sin embargo su popularidad no termina de despegar.

En febrero de 2014, enmarcado en una nueva política de transparencia, el rey le asignó un sueldo fijo cifrado en 49.182 euros de dotación y 53.282 euros de gastos de representación anuales.

Cuando sera coronada junto al príncipe Felipe, en su nueva función como reina consorte, su asignación subirá.