Tras varios años bajo el infortunio de las inclemencias meteorológicas, la ciudad de Sevilla ha cerrado al fin una Semana Santa "plena" al permitir la meteorología la salida de sus 61 procesiones, lo que según el alcalde hispalense, Juan Ignacio Zoido (PP), se ha traducido en un impacto económico similar al de los años "anteriores a la crisis". "Ha sido la mejor Semana Santa de los últimos años", ha enfatizado el primer edil.

En rueda de prensa, el primer edil hispalense ha dado cuenta de los datos que arroja el balance final de la última edición de la Semana Santa, en la que las 61 estaciones de penitencia de la Semana Santa sevillana salieron a las calles y sólo la procesión del Cristo Resucitado fue interrumpida por la lluvia. "La meteorología nos ha acompañado salvo en el caso del Cristo Resucitado", ha manifestado el primer edil, toda vez que en los últimos años, la lluvia había empañado en mayor o menor medida la semana grande de la capital andaluza.

El alcalde ha rememorado que allá por 2009, un estudio de la Universidad de Sevilla calculaba en cerca de 240 millones de euros el impacto de la Semana Santa sobre la economía de la ciudad, con lo que esta tradición acaparaba el 1,22 por ciento del producto interior bruto (PIB) de la capital hispalense.

Semana santa "a lo grande"

En ese sentido, Juan Ignacio Zoido ha manifestado que tras unos pronósticos meteorológicos favorables y con la buena meteorología en el día a día, Sevilla ha vivido una Semana Santa "a lo grande" en la que "hemos vuelto a los datos anteriores a la crisis", pues "ha sido la mejor Semana Santa de los últimos años".

Para defender esta aseveración, ha explicado que en comparación con la Semana Santa de 2013, Transportes Urbanos de Sevilla (Tussam) ha contabilizado un diez por ciento más de viajeros, el dispositivo de limpieza urbana ha recogido un 19,2 por ciento más de residuos, los hoteles de la ciudad han registrado una ocupación de casi el cien por ciento desde el Jueves Santo, el sector de la hostelería habría facturado en torno a un 30 por ciento más, el aeropuerto ha contabilizado un 1,8 por ciento más de pasajeros con un total de 166.126 personas y el Real Alcázar ha contabilizado 37.057 visitantes, un 19,86 por ciento más que en la Semana Santa de 2013.

En cuanto al dispositivo especial de prevención y seguridad, el alcalde ha desgranado que la Policía Local ha cuantificado 1.980 incidencias, aunque ninguna de ellas de consideración, destacando unas 700 pruebas de alcoholemia con resultado positivo en 20 de ellas, 174 actuaciones en materia de comercio ambulante y 470 servicios en materia de productos perecederos. Los servicios sanitarios, de otro lado, atendieron 747 casos, entre los que destacan 222 lipotimias y diez intoxicaciones etílicas.

Las sillas plegables

En cuanto a la "proliferación" del uso de sillas plegables para esperar la llegada de las procesiones, el alcalde ha recordado que se trata de un aspecto que necesita "una solución" pero que "no es nuevo". "Las sillas plegables han proliferado mucho. Vamos a buscar medidas para minimizar los riesgos de su uso y compatibilizar la comodidad de las personas con la seguridad y la convivencia", ha dicho el alcalde hablando de la posibilidad de restringir el uso de las sillas plegables en "determinadas intersecciones" o lugares especialmente delicados, si bien siempre según las "recomendaciones" de los técnicos. En esa misma línea, ha admitido que no le ha "gustado" la fotografía que ha circulado en las redes sociales mostrando a una personas reclinada en una hamaca esperando en plena calle el tránsito de una procesión.

Para el alcalde, de cualquier modo, el éxito de esta última edición de la Semana Santa refuerza la "marca Sevilla" y la proyección de la ciudad al quedar probada su capacidad de albergar "grandes eventos", señalando que el vídeo promocional de la Semana Santa elaborado por el Consistorio hispalense contabiliza más de 62.500 visitas desde hasta 58 países diferentes.