La Policía Nacional y la Guardia Civil han montado un dispositivo especial de vigilancia en las rutas de autobuses de la empresa Alsa Next Continental en Madrid debido a la huelga y los sucesivos intentos de sabotaje y actos violentos que se han venido sucediendo desde que comenzaran los paros el pasado 5 de marzo, tal y como ha adelantado este martes El País.

Según fuentes de la empresa, en el último mes sus autobuses han sufrido más de 500 roturas de cristales y lunas aparte de pinchazos de ruedas. También, debido a las pedradas, ha habido que lamentar cinco heridos leves: un conductor y tres viajeros.

"Trasladamos nuestras quejas a la Policía y a la Guardia Civil y les señalamos los puntos más conflictivos donde se están desarrollando estos actos vandálicos. No podemos facilitar más información porque se comprometería la seguridad de los viajeros", explica un portavoz de Alsa. La empresa ha valorado en más de medio millón de euros el coste de los desperfectos producidos.

La huelga afecta a unos 60.000 viajeros de la zona norte de la Comunidad de Madrid, del Corredor del Henares y del servicio urbano de autobuses de Torrejón de Ardoz, así como a las líneas de largo recorrido. Los paros han generado esperas de más de dos horas y, en algunas ocasiones, motines de viajeros.

Desde la Policía Nacional y la Guardia Civil se ha reconocido la puesta en marcha de este dispositivo, aunque tampoco ofrecen más detalles sobre su ubicación u horarios. Se trata de una serie de puntos fijos distribuidos a lo largo del recorrido y con distintos números de agentes con el objetivo de prevenir y disuadir a los piquetes de la realización de actos violentos, así como para vigilar el cumplimiento de los servicios mínimos: el 60% en hora punta para los 40 municipios de la zona norte que carecen de otro transporte, y de entre el 50% y el 60 % en hora punta en el Corredor del Henares.

Por su parte, las líneas de larga distancia afectadas por la huelga (con destinos Granada, Bilbao, Santander, Irún, San Sebastián, Logroño, Pamplona y Soria) tienen un 30% de servicios mínimos programados.

Los trabajadores de Alsa Next Continental Holding ratificaron el pasado viernes continuar con la huelga hasta después de Semana Santa. La última reunión entre el comité y la empresa tuvo lugar el pasado lunes, pero no se llegó a ningún acuerdo.

El origen del conflicto está en el interés de la empresa por reordenar los tiempos de trabajo, lo cual pasaría por pagar menos dinero a los trabajadores. Los conductores, aparte del recorte salarial, critican que el plan de la compañía podría afectar a la seguridad de los pasajeros: "La preocupación está en la hora del 'toma y deje', que es el tiempo que utilizamos los conductores antes de cualquier viaje para comprobar el estado del vehículo. Antes disponíamos de una hora para realizar esta tarea, pero la compañía quiere reducir el tiempo a diez minutos", explica un empleado de Alsa a 20minutos.

De hecho, un trabajador de Alsa ha conseguido más de 50.000 firmas de apoyo para que la compañía garantice a sus conducotres la hora de 'toma y deje' a través de una convocatoria en la web change.org. Por su parte, IU pidió este lunes la dimisión del consejero de Transportes del Gobierno regional por su "nefasta" actuación durante el conflicto.