La Comisión Asesora de Patrimonio Histórico del Ayuntamiento de Santiago, órgano encargado de analizar el impacto estético de los proyectos municipales, ha dado su visto bueno a la urbanización de la rotonda proyectada en el barrio de Galeras y a la mejora de los accesos al parking privado al que se dotará de una nueva entrada desde una zona pública, proyecto que no se paralizará pese a las protestas vecinales.

Lo ha ratificado este martes la concejala responsable de Urbanismo, María Pardo, quien ha subrayado que la Comisión no puso "ninguna objeción" al proyecto, aunque sí realizó dos aportaciones relativas a "ampliar" la acera del lateral donde está la boca de entrada del parking y retrasar "unos centímetros" el paso de cebra. "Estéticamente y demás, todo correcto", ha apostillado.

Pardo ha subrayado que aún falta la licencia del proyecto privado, pero ha señalado que se podría empezar a trabajar en la parte "pública", toda vez que ambas son "independientes". Sobre la licencia para la parte privada del proyecto, ha abogado por dejar trabajar "a los técnicos de urbanismo", aunque cree que "debe estar a punto de darse".

Así las cosas, ha augurado que "no se demorará mucho una parte de la otra (en relación a la pública y la privada)", al tiempo que ha constatado que la intención de la empresa es la de "empezar la obra cuanto antes". En cualquier caso, ha incidido en que los "plazos" no dependen de ella, sino "de un particular".

Protestas vecinales

Preguntada sobre las protestas de los vecinos que denuncian la "privatización" de un espacio público y si teme que recrudezcan una vez que la Comisión de Patrimonio ha dado luz verde al proyecto, ha proclamado que ella "no" teme "a nada". "Bueno, temo a muchas cosas, pero eso no lo temo", ha matizado.

A modo de argumento, ha proclamado que el proyecto "no tiene trampa ni cartón" y ha insistido en que ella tenía la "completa seguridad" de que iba a superar sin problemas el trámite de la Comisión Asesora de Patrimonio.

"no se va a paralizar"

Acerca de si no sería "más prudente" paralizar las obras a la espera de que se resuelvan las actuaciones judiciales que han emprendido sus vecinos, ha replicado que "no están en los tribunales, están en la Fiscalía" y ha defendido la continuidad del proyecto al entender que "no hay por donde atacarlo".

"No tiene trampa ni cartón y no lo vamos a paralizar porque estamos convencidos de sus bondades, con coste cero para el Ayuntamiento y una tramitación perfectamente llevada", ha aseverado, antes de asegurar que, por el momento, no le consta "ningún recurso contencioso-administrativo" de los vecinos.