Luis Alberto Ahijado: "Los 11 de marzo me gusta salir de Madrid para celebrar que sigo aquí"

  • "Siempre me colocaba en la puerta, pero ese día me metí en medio (del vagón)"
  • Fue el único superviviente del vagón en el que explotó la bomba de Téllez.
  • Algunos heridos y familiares de los fallecidos el 11-M hablan con 20minutos diez años después del peor atentado terrorista ocurrido en territorio español.
Luis Alberto Ahijado fue el único superviviente de su vagón en el tren que explosionó en Téllez.
Luis Alberto Ahijado fue el único superviviente de su vagón en el tren que explosionó en Téllez.
JORGE PARÍS
Luis Alberto Ahijado fue el único superviviente de su vagón en el tren que explosionó en Téllez.

No va diciendo por ahí que es Luis Alberto 'el de los atentados del 11-M', pero cuando le preguntan por qué lleva tapones en los oídos, no tiene mayor problema en contar que fue el único de su vagón que sobrevivió a la explosión en la calle Téllez. "La gente se queda alucinada y, automáticamente, me cuentan dónde estaban ellos ese día. Es mecánico".

Luis, 33 años, es de naturaleza optimista. El paso del tiempo le ha permitido colocar el atentado en un lugar de la memoria que le deja afirmar que se encuentra bien. Casi podría decir que lo ocurrido traumatizó más a su familia que a él, a pesar de que son sus oídos los siguen perforados por la metralla. "Es que no me encontraron hasta las tres de la tarde... Después de horas de rebuscar por las vías del tren".

No cree que el hecho de salvarse fuera un milagro, sino fruto de la suerte. "Siempre me situaba en la puerta del vagón, pero ese día llegué tarde, corrí, me metí como pude, y la gente me tapó por completo". Tras la explosión, saltó del tren en marcha. Una mujer policía le recogió y le llevó en coche al hospital. De camino pudo ver por la ventanilla otro tren hecho trizas, en Entrevías.

La bomba no truncó sus planes profesionales, como sí lo ha hecho la crisis. Logró sacarse la oposición a bombero que planeaba, pero no se convocan plazas nuevas. Informático de profesión, ha fundado con un socio una plataforma de 'crowdfunding' (micromecenazgo para proyectos).

Cada 11 de marzo, Luis y su familia planean una escapada fuera de Madrid. "No  lo veo como una huida. Es más una actividad familiar. Como una celebración de que estamos aquí y ya está". La celebración es doble, pues, casualidades de la vida, su madre sobrevivió al atentado de ETA en la T4 de Barajas.

Luis rehuye las polémicas políticas y los enfrentamientos entre las asociaciones de víctimas. "Nunca, nunca me he querido meter. No me gusta pensarlo porque te cabreas, te enfadas y bastante tengo. ¿Que todos podrían hacer más? Sí, pero este Gobierno y el otro de ahí. Estoy por encima de esas peleas", zanja.

Pendiente de una operación de oídos, explica que se ha decidido a hablar a los medios de comunicación por si su mensaje sirve a otras víctimas como ejemplo de superación.

Cuando la vida le da algún revés, Luis saca y relee la carta que él mismo escribió a los dos días del 11-M.En ella narra su periplo ese día, con todo su sufrimiento y dolor. Termina así "Me llamo Luis Alberto Ahijado Roque y soy uno de los supervivientes del sangriento atentado del 11 de marzo en Madrid".

Leerla le resulta medicinal: "Si tengo un día eufórico, me pone en mi sitio. Y si estoy abajo, me sube".

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