El presidente del Gobierno, Mariano Rajoy, ha asegurado este jueves que tiene un plan para frenar el referéndum de Cataluña que pasa por "cumplir la ley y la Constitución".

"El referéndum no se va a celebrar y mientras sea presidente del Gobierno de España no habrá independencia de ningún territorio español", ha proclamado en una entrevista en Antena 3.

Ha aclarado que él no va a llamar a Artur Mas, pero que si el presidente de la Generalitat se pone en contacto con él (algo que ha asegurado que aún no ha ocurrido), atenderá su llamada. "Lo que no puedo hacer es discutir sobre algo que compete al conjunto del pueblo español, que es la soberanía nacional", ha reiterado.

Al ser preguntado por si podría suspender la autonomía de Cataluña si sigue adelante con el proceso soberanista, el presidente del Gobierno ha pedido "no adelantar acontecimientos" y ha reiterado que como presidente "cumplirá y hará cumplir la ley".

"No es lo más razonable que el presidente del Gobierno adelante acontecimientos. Ha de tomar decisiones cuando se produzcan, porque si le dijera ahora lo que iba a hacer, estaría varios meses sin poder rectificar esa decisión", ha dicho.

Sobre la banda terrorista ETA, Rajoy ha señalado que mientras exista como organización terrorista su obligación es "ir a por ETA", y ha advertido de que no piensa cambiar la legislación penitenciaria.

El líder popular ha reiterado que no le ha gustado la sentencia europea que acabó con la 'doctrina Parot', pero ha señalado que hay que cumplir la ley, y por eso ha considerado que no es justo que se critique a los jueces que estén cumpliendo con su obligación aplicando dicha ley.

El presidente ha considerado "repugnante" y "lamentable" la imagen de los etarras excarcelados por la aplicación de la sentencia europea juntos en una reunión en Durango (Bizkaia) y ha asegurado que el Gobierno intentó "que no se celebrara", pero no era una decisión que correspondiera al Ejecutivo.

También ha apuntado que ha pedido un informe a los servicios jurídicos del Gobierno sobre la posibilidad de impedir que miembros de ETA excarcelados puedan concurrir a procesos electorales, una prohibición que, ha asegurado, le "gustaría" poner en práctica.

Ante la pregunta de si teme que vuelva la violencia si el proceso de paz no avanza, Rajoy ha señalado que "ojalá no", pero ha advertido de que el Estado "no puede aceptar el chantaje de nadie".

En el tema de la imputación de la infanta Cristina en el 'caso Nóos', el presidente se ha mostrado convencido de la inocencia de la infanta Cristina y, en consecuencia, no cree que deba renunciar a sus derechos dinásticos.

Rajoy ha subrayado su respeto a las decisiones de los jueces y de los fiscales y ha señalado que, tal y como dijo el rey, le gustaría que todos los ciudadanos fueran iguales ante la ley.

Eso ha dicho que significa también que la infanta tiene derecho a la presunción de inocencia, al tiempo que ha recordado que, de momento, lo único que ha ocurrido es que se la ha citado a declarar en el 'caso Nóos'.

"Estoy absolutamente convencido de que las cosas le irán bien", ha aseverado Rajoy, quien al ser preguntado si eso significa que cree que no tendrá que ir a juicio, ha dicho que eso supone que él está convencido de su inocencia.

El presidente del Gobierno ha subrayado que el rey es un ser humano al que le duelen las cosas que le pasan a sus hijos y ha garantizado que don Juan Carlos está siempre "al pie del cañón", es un absoluto conocedor de todo lo que pasa en España y ha ayudado en muchas cosas que son muy útiles para todos los españoles.

Sobre el 'caso Bárcenas', Rajoy, ha asegurado que fue un "error", pero ha rechazado pedir perdón por este asunto alegando que los dirigentes del PP se ocupaban de "los temas de la política" y no de "otras cosas".

"He explicado que nos hemos equivocado. No tengo ningún inconveniente en decir que hemos cometido un error y que no debemos cometer errores", ha señalado.

Al ser preguntado si le ha vuelto a escribir Bárcenas nuevos sms tras los conocidos el pasado verano, el presidente ha dicho que "no" le ha "vuelto a escribir" y ha confirmado que ha roto con el extesorero y exgerente de su partido.

En materia económica, el presidente del Gobierno ha afirmado que los españoles pronto verán que todas las reformas y las medidas adoptadas por el Ejecutivo para salir de la crisis "tenían sentido y darán resultados".

"Hoy estoy en condiciones de decir a los españoles que lo peor ya ha pasado, soy plenamente consciente de las dificultades, los esfuerzos y los sacrificios, pero pronto verán que todo lo que hemos hecho tenía sentido y producirá resultados", ha dicho.

El presidente ha explicado que ya se ve un cambio de tendencia que le lleva a ser optimista, si bien ha insistido en que todavía queda mucho trabajo por hacer. Al respecto, ha asegurado que la ciudadanía podrá comprobar que "el esfuerzo ha merecido la pena".

Ha explicado que los datos económicos ya son esperanzadores y ha citado como ejemplo la prima de riesgo, que se encuentra en unos niveles que han permitido al Estado pasar de financiarse a un coste del 7,3 % a hacerlo al 3,7 %, lo que ha supuesto un ahorro en 2013 de 8.900 millones en intereses de la deuda pública.También se ha referido a la contención de los precios, con una inflación que ha terminado 2013 en el 0,3 %, la más baja de toda la serie histórica.

En relación al paro, Rajoy ha asegurado que está convencido de que al final de la legislatura habrá menos parados que al final de la legislatura del anterior Ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero.

"Estoy convencido de que lo podemos conseguir", ha dicho al ser preguntado sobre si se comprometía a que al final de su mandato hubiera 632.000 desempleados menos en la Encuesta de Población Activa (EPA).

Al respecto, ha recordado que el número de parados inscritos en los servicios públicos de empleo ha disminuido en más de 147.000 personas en 2013, lo que supone la primera caída del paro registrado desde que comenzó la crisis.

Preguntado por la posibilidad de una nueva reforma laboral, Rajoy se ha limitado a decir que la que se llevó a cabo en 2012 "ha salido muy bien", como demuestra el hecho de que se haya empezado "a crear algo de empleo" sin apenas crecimiento económico.

Ha recalcado que la reforma más importante que tiene por delante el Gobierno este año es la fiscal y la de la financiación autonómica. De la reforma fiscal ha confirmado que supondrá una rebaja del IRPF y que entrará en vigor en 2015, aunque no ha querido desvelar si el impuesto sobre la renta bajará igual para todos o sólo para algunos tramos.

Al respecto ha recordado que el grupo de expertos designado para esta reforma tiene previsto entregar su informe a finales de febrero y que su intención es que la nueva normativa esté en las Cortes en marzo o abril. Por otra parte, ha dicho que no tiene previsto hacer nuevos recortes presupuestarios, más allá de los incluidos en los presupuestos de 2014.

La reforma de la ley del aborto ha sido otro de los asuntos tratados. El jefe del Ejecutivo ha expresado su disposición a intentar buscar un acuerdo sobre la reforma de la ley del aborto dentro de los límites establecidos por el Tribunal Constitucional.

Rajoy ha recordado que la reforma figuraba en el programa electoral del Partido Popular y ha señalado que son diversos los organismos que ahora tienen que pronunciarse sobre la modificación planteada. "Nuestra intención es, dentro de la jurisprudencia del Tribunal Constitucional, llegar al máximo acuerdo posible con aquellos que quieran construir".

Preguntado por la posibilidad de que esté dispuesto a que la ley quede tal y como estaba antes de la última reforma que realizó el Gobierno de José Luis Rodríguez Zapatero, se ha limitado a recordar que la norma que aprobó el Ejecutivo de Felipe González no fue cambiada por el PP cuando llegó al poder de la mano de José María Aznar.

Respecto a la posibilidad que, en consecuencia, le sirva la ley anterior al Gobierno Zapatero, ha subrayado: "Me sirve una ley justa y tenga el máximo apoyo posible".

El presidente del Gobierno también ha reiterado que no tiene intención de cambiar el Ejecutivo y ha defendido el "coraje" y la "valentía" de sus ministros tomando decisiones "difíciles". Rajoy ha asegurado que está "absolutamente convencido" de la valía de su equipo de trabajo y se ha referido de manera explícita a cuatro miembros de su Gabinete.

Así, ha señalado que Cristóbal Montoro es un "extraordinario" ministro de Hacienda, que ha "controlado" el déficit público y ha colaborado con el resto del Ejecutivo para que España dejara atrás el riesgo de rescate, y también ha valorado la labor de José Manuel Soria, encargado de una de las reformas "más difíciles e importantes", la del sector eléctrico.

Tras insistir en que está "contento" con sus ministros, ha aludido a los titulares de Educación, José Ignacio Wert, y Justicia, Alberto Ruiz-Gallardón, sobre los que le había preguntado, junto con Montoro y Soria, la entrevistadora.

"A los ministros con coraje, a los ministros valientes, y a los ministros que toman decisiones, como en el caso del de Educación y de Alberto Ruiz-Gallardón, los voy a apoyar siempre, porque creo que es lo que debo hacer, creo que es mi obligación", ha señalado Rajoy.

Otro de los temas abordados ha sido la decisión del alcalde de Burgos, Javier Lacalle, de rectificar su decisión de realizar las obras del barrido de Gamonal que provocaron diversas movilizaciones.

Rajoy ha señalado que Lacalle habrá analizado todo lo que ha ocurrido y ha tomado la decisión de rectificar. "Es su decisión y yo la respeto, como es natural", ha insistido el jefe del Ejecutivo, quien ha recalcado que durante la crisis económica el comportamiento de los ciudadanos españoles ha sido "ejemplar".

Ha explicado que muchos españoles han entendido las medidas que ha tenido que tomar el Gobierno ante la situación económica de España y ha subrayado que la inmensa mayoría "cumplieron como ciudadanos y se comportaron de una manera que nos obliga a todos mucho en el futuro próximo".