El alcalde de Burgos, Javier Lacalle, anunció este viernes que paraliza definitivamente las obras de reconversión de la calle Vitoria en un bulevar. Lacalle compareció en rueda de prensa junto a todo su equipo de gobierno para hacer pública su decisión al considerar que es imposible continuar con las obras.

Lacalle dijo que espera que cancelando las obras se acaben las tensiones en el barrio de Gamonal, que en los últimos días han recibido apoyos en otras ciudades de España.

El regidor defendió que "es mucho más importante la convivencia" de los vecinos que "60, 50 ó 40 obras", aunque advirtió de que "el bulevar no ha sido el problema" de los disturbios producidos en el barrio, sino "la excusa". También aseguró que el abandono de este proyecto "no es un fracaso, sino todo lo contrario", porque "cuando no se puede llevar a cabo por una imposibilidad física, no cambia en modo alguno la voluntad política".

No obstante, entendió que "se pierde una transformación y una mejora muy importante" para los vecinos de Gamonal que "mejoraría la calidad de vida de todo el entorno". "Hemos entendido el mensaje y en esa línea vamos a seguir trabajando para mejorar la ciudad", confesó, tras lo que apostilló que la paralización del proyecto supone "una ocasión perdida".

Tras este anuncio, Lacalle explicó que el lunes comenzará la adecentación de la calle, que se encuentra parcialmente levantada por el inicio de los trabajos para el bulevar, para devolverla a su estado inicial.

En cuanto a la posibilidad de que Lacalle se hubiera planteado dimitir, el primer edil sentenció que "si cada vez que un alcalde se encuentra con un problema tuviera que dimitir, no habría alcaldes en España". No obstante, admitió que de todo lo sucedido "hay que hacer autocrítica" porque "algo se ha podido hacer mal", aunque sin aclarar el qué.

Javier Lacalle también negó "presiones" por parte de su partido, e incluso destacó el "apoyo total" brindado por el PP, "especialmente" por la Dirección regional.

El alcalde, que compareció en el Fórum Evolución de la capital acompañado de todos los concejales de su Grupo Municipal, recordó las "coacciones" sufridas por las empresas adjudicatarias y advirtió de que "si se produjesen actos violentos en las próximas horas, ya nadie podría relacionarlo con el bulevar".

Unas horas antes de la comparecencia del alcalde y los concejales, el pleno del Ayuntamiento de Burgos rechazaba detener las obras mientras 2.000 personas pedían la dimisión de Lacalle a las puertas del consistorio.