El ministerio de Industria, Energía y Turismo calcula que la subida del 2,3% en el recibo de la luz en enero será de entre el 0,1% y el 0,2% para una familia media con dos hijos, mientras que las segundas residencias pagarán un 5% más, indicaron fuentes del departamento dirigido por José Manuel Soria.

Esta divergencia en las subidas se debe al reciente incremento en el peso de la parte fija de la tarifa, asociada a la potencia, frente al menor peso de la variable, relacionada con el consumo. Este sistema penaliza a las segundas residencias, donde el consumo es menor y la parte fija contratada suele ser parecida.

Este aumento sólo se aplicará en los tres primeros meses de 2014 y el Gobierno mientras tanto va a elaborar un mecanismo definitivo en línea con las recomendaciones hechas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC).

Por otro lado, el real decreto ley que ha publicado este sábado el BOE con el nuevo precio de la electricidad colma a juicio de Industria una laguna no recogida por la regulación, que no establecía el mecanismo tras la invalidación de una subasta, y al mismo tiempo establece un sistema de compensación para las comercializadoras de último recurso.

Estas comercializadoras serán compensadas a través de subidas de la tarifa en el segundo trimestre en caso de que el mercado mayorista haya ido marcando entre enero y marzo precios superiores al que ellas cobran la luz al cliente. Eso sí, también se podría dar la situación contraria y que tengan que ser ellas las que compensen al cliente.

Esta previsible compensación a las comercializadoras de suministro regulado se realizará a través de la tarifa final y no de los peajes, que era otra de las opciones propuestas por la CNMC.

En todo caso, este sistema es transitorio y solo aspira a cubrir un vacío legal, indican las fuentes. Para el segundo trimestre, la idea es reimplantar un mecanismo de mercado, que seguirá consistiendo en subastas y que tendrá una vigencia trimestral, aunque con retoques para evitar que en un solo día se fije el precio que tendrán que pagar 16 millones de consumidores en todo un trimestre.

Industria trabajará con la CNMC en este nuevo mecanismo y contempla todas las opciones, incluida la de trabajar con distintas coberturas, productos y plazos. La intención es tenerlo cerrado lo antes posible y con la premisa de que la invalidación de la última subasta no tiene por qué poner en tela de juicio el conjunto del modelo de mercado.

De hecho, el Gobierno ha optado por un mecanismo transitorio lo más breve posible ante el temor a que fijar un plazo más largo pueda tener implicaciones jurídicas relevantes y poner en entredicho el conjunto del mercado.

En todo caso, considera que los agentes que participaron en la subasta Cesur no tienen motivos para recurrir, porque conocían de antemano sus condiciones de funcionamiento, entre ellas la de que debe ser validada por el regulador para tener efecto.

Al hablar de la subasta del pasado jueves, Industria rebaja las acusaciones del ministro José Manuel Soria de que se había producido una "burda manipulación" y prefiere hablar de "ruido" y de "falta de presión competitiva", sobre los que se pronunciará una vez conozca el informe en detalle que prepara la CNMC.

Industria asegura que un usuario doméstico medio con 3,9 kilovatios (kW) de potencia y 2.250 kilovatios hora (kWh) de consumo habrá pagado 540 euros al año de electricidad en 2013, impuestos incluidos, un 0,9% menos que en 2012, cuando pagó un 7,2% más.

De esta forma, la subida desde 2012 ha sido del 6,3%, a una media del 3,2% al año. Sin embargo, en 2004 pagaba 257 euros al año, y en el periodo comprendido entre ese año y 2011 ha sufrido una subida del 59,5% en su recibo, hasta 410 euros.