El Ajuntament de Barcelona aprobó este miércoles por unanimidad estudiar y debatir en próximas comisiones que los perros puedan bañarse en la playa durante la temporada alta. Hace tan sólo unas semanas se aprobó ya que los animales de compañía puedan viajar en el metro.

Con los votos a favor de todos los grupos municipales, se aprobó la proposición de Unitat per Barcelona (la coalición formada por ERC, Reagrupament y Democràcia Catalana), de ampliar el acceso de los perros a la playa.

El regidor Joan Laporta, portavoz de UxB, defendió "la necesidad de poder regular, de forma ordenada y respetuosa con el uso ciudadano del espacio público, el acceso de los perros a la playa, con el objetivo de mejorar la calidad de vida de estas mascotas". Laporta citó en su intervención a Gandhi, Thomas Edison y Lord Byron para fundamentar la defensa de los derechos de los animales.

La propuesta que ya está sobre la mesa, lanzada por entidades animalistas, pasa por que los perros puedan acceder a la zona de baño en plena temporada alta (de junio a septiembre) desde las 6.00 hasta las 8.00 horas. Actualmente, los animales tienen libre acceso a los arenales durante todo el año, a excepción de Semana Santa, los fines de semana de abril hasta octubre y el período estival.

"De junio a septiembre hay 3,5 millones de bañistas así que sería difícil compatibilizarlo y crearía problemas", indicó el teniente de alcalde de Seguridad y Movilidad, Joaquim Forn. Con todo, CiU votó a favor de que el Consell Municipal de Convivència, Defensa i Protecció dels Animals estudie cómo llevar a cabo la propuesta de UxB.

Todos los grupos insistieron en la necesidad de incidir en los derechos pero también deberes de los propietarios de las mascotas para que "la conducta de los animales no interceda en la buena convivencia en el espacio público".

Las protectoras y entidades animalistas hace años que reclamaban que los animales puedan correr libremente por la playa. «Lo veo fácil de gestionar», confirmaba Yolanda Valbuena, directora del Área Jurídica de la Fundació Altarriba y miembro del Consell Municipal de Convivència, Defensa i Protecció dels Animals.

«Ya era hora que una ciudad como Barcelona comenzara a dignificar la vida de los animales», sentenciaba, y lamentaba que las mascotas «sólo dispongan de pipicans pequeños y sucios».