España es el único país de la Unión Europea sin la especialidad médica de psiquiatría infantil

  • Uno de cada cinco niños sufrirá algún trastorno mental antes de los 18 años.
  • Familias de niños con enfermedades mentales lamentan que todavía tengan que acudir a recursos sanitarios de adultos en algunas comunidades autónomas.
  • La lista de espera para psiquiatría infantil puede superar los 5 meses.
  • Este jueves, 10 de octubre, se conmemora el Día Mundial de la Salud Mental.
  • Reportaje sobre la unidad infantojuvenil del Niño Jesús: "Cuando aparece una enfermedad mental en un niño hay que trabajar con toda la familia"
Un niño, en la consulta de un médico.
Un niño, en la consulta de un médico.
GTRES
Un niño, en la consulta de un médico.

Con un incremento continuo de la demanda asistencial y una prevalencia del 20% de niños con algún tipo de trastorno mental, leve o severo, antes de cumplir los 18 años (1,7 millones), España sigue siendo el único país de la Unión Europea (junto con Lituania) que no tiene reconocida oficialmente la especialidad de psiquiatría infantil. Cuando se conmemora el Día Mundial de la Enfermedad Mental, especialistas y familias afectadas denuncian que  —diez años y cinco gobiernos después de solicitarlo— aún no hay en España ni un psiquiatra infantil oficialmente reconocido como tal.

En los últimos años algunas Comunidades Autónomas han desarrollado su red paralela de atención a la salud mental infanto juvenil, pero los facultativos que las asisten son psiquiatras de adultos que han recibido una formación de cuatro meses durante el MIR, "a todas luces un tiempo insuficiente para profundizar en los problemas de la infancia", según denuncian las asociaciones que los representan. Algunos han tenido que especializarse en el extranjero o con un master privados.

Además, debido a la enorme presión asistencial en los centros específicos para la infancia, los niños todavía son derivados a centros de salud mental de adultos en muchas provincias españolas. Algunos incluso son hospitalizados junto a personas mayores "delirando", denuncian los especialistas. Elena Alonso, de la Plataforma de Familias para la Creación de la Especialidad de Psiquiatria Infanto Juvenil, ha estado tres años llevando a su hijo, con trastorno de hiperactividad, a psiquiatría de adultos en Cádiz, "viendo como salían personas mayores llorando de las consultas o viendo a la Policía ir a buscar a algún paciente". Alonso denuncia que la escasez de recursos infantiles la expulsó a elladel sistema público y tuvo que recurrir a un psiquiatra infantil privado formado en el extranjero.

Incremento de asistencias

Asociaciones de familiares y sociedades médicas coinciden en que España no está poniendo a tiempo los medios para una correcta asistencia de los menores con enfermedades mentales. La especialización médica, a la que se comprometieron los últimos cinco ministros de Sanidad, sigue sin tener fecha de aprobación. Y es la clave para que aumenten los recursos infantiles, defienden. El Ministerio de Sanidad aseguró en el mes de junio a las sociedades de psiquiatría del niño y del adolescente que el proyecto no estaba parado, que seguía su curso, sin poder asegurar cuando sería aprobado.

El psiquiatra Celso Arango, jefe del servicio de psiquiatría del niño y adolescente del hospital Gregorio Marañón de Madrid y uno de los más reputados psiquiatras infantiles (también formado en el extranjero), explica que "pese a que las asociaciones científicas, los grupos políticos y los familiares afectados están a favor de que se apruebe una especialidad como la que ya existe en el resto de Europa, la decisión se retrasa porque está incluida en un Real Decreto sobre la troncalidad del nuevo MIR, que obligará a los médicos a hacer dos años de materias comunes, decisión con la que no están de acuerdo algunas especialidades médicas".

Mientras tanto, no deja de aumentar la demanda de asistencia de trastornos mentales en la infancia y la adolescencia. En la unidad que dirige Arango, en cuatro años han pasado de 2.000 a 8.000 consultas atendidas al año y las lista de espera supera ya "los 4 o 5 meses". Este fuerte incremento se debe, en parte, a la libre elección de médico que opera en Madrid, pero también a que hoy los problemas de la infancia y la adolescencia son muchos y graves, como denuncian las familias de afectados.

Genética, crisis y pobreza

Los trastornos más comunes son aquellos que tienen que ver con la ansiedad (fobias, trastornos del vínculo) y las depresiones. "El suicidio es la segunda causa de muerte en la población juvenil", alerta el especialista. Una cuarta parte de las asistencias son ya por trastornos de déficit de atención e hiperactividad (TDAH). Pero también hay trastornos más graves detectados en la infancia, como los bipolares, los psicóticos, el trastorno obsesivo compulsivo o el autismo. "Y el 60% de las discapacidades en jóvenes son por problemas de salud mental".

En opinión de Arango, muchos de estos trastornos tienen origen genético. "El 90% de los casos de autismo, el 50% de las depresiones y el 30% de las ansiedades", aunque también influyen los factores ambientales, como la crisis, la pobreza o incluso las sustancias químicas, reconocen los expertos. Otros profesionales otorgan a otros factores, como los vínculos afectivos y el desarrollo del niño, similar relevancia a la genética.

En lo que coinciden todos, respecto sus predecesores en la especialidad, es en certificar que es posible y deseable una detección precoz en un gran número de trastornos mentales. Según Arango, "el 75% de los trastornos mentales se puede detectar en la infancia y en la adolescencia y cuanto más tarde sean diagnosticados peor pronóstico tendrán". Para Arango "la detección de trastornos y la intervención precoz" son las asignaturas pendientes en España. "Otros países como Inglaterra o EE UU están demostrando que invirtiendo pronto se ahorra, no solo en sufrimiento, sino también en costes económicos de futuros tratamientos".

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