Margallo dice que la Vía Catalana "no lleva a ninguna parte" y no se pactará la consulta

  • El ministro de Exteriores sostiene que la soberanía pertenece a todo el pueblo.
  • Recuerda que la Constitución se basa en la indisoluble unidad de la nación. 
  • La única opción es una declaración unilateral de independencia.
  • Advierte que las consecuencias serían "desastrosas" para Cataluña.
  • Apuesta por un nuevo modelo territorial y la mejora de la financiación para frenar la "desafección" en Cataluña.
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo (c), conversa con su homólogo portugués, Rui Machete
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo (c), conversa con su homólogo portugués, Rui Machete
EFE
El ministro español de Asuntos Exteriores, José Manuel García-Margallo (c), conversa con su homólogo portugués, Rui Machete

El ministro de Exteriores, José Manuel García Margallo, ha afirmado este martes en un almuerzo informativo en Madrid que la Vía Catalana "no lleva a ninguna parte" y ha advertido que Gobierno no accederá nunca a un referéndum de autodeterminación pactado con Cataluña. Según Margallo cualquier proceso de independencia tendría que ser fruto de una declaración unilateral que tendría consecuencias "desastrosas" para España y Cataluña.

El ministro de Exteriores ha asegurado que la celebración de la cadena humana es una demostración "clara" de que en el Estado hay libertad de expresión y que, por lo tanto, no se cumple ninguno de los tres requisitos que marca el derecho internacional para el derecho de autodeterminación: pueblos coloniales, ocupación militar o negación de los derechos fundamentales.

Respecto a la posibilidad de un acuerdo para un referéndum de autodeterminación ha asegurado que "la salida de Cataluña de España sería necesariamente una declaración unilateral de independencia", porque "la Constitución española tiene dos artículos, y sólo dos, el resto es literatura: El artículo 1.2 dice que la soberanía pertenece en el pueblo español en su conjunto, y por lo tanto la secesión de un territorio tendría que ser aprobada por todos los constituyentes, y el artículo 2 que dice que la Constitución se fundamenta en la indisoluble unidad de la nación española, patria común e indivisible".

Por lo tanto, según Margallo, al contrario del que pasa en Escocia, "no es posible un referéndum pactado" en Cataluña. "Lo está en el Reino Unido, donde no hay un ordenamiento constitucional escrito, y no lo es ni a la Constitución española ni a ninguna otra constitución escrita presentes y pretéritas". El ministro ha reiterado que "no tiene cabida una secesión pactada" y cualquier secesión partiría de una "declaración unilateral de independencia" que "tendría consecuencias gravísimas para España y para Cataluña".

En este punto ha insistido que cualquier territorio que se separe de un sido miembro "queda excluido de la UE, y esto vale para Escocia y para Cataluña". Según Margallo, si Cataluña se independizara, "muchos más estados miembros" que en el caso de Kosovo "no accederían a la entrada" a la UE.

Contra la desafección

Cerrado el camino de la secesión, para Margallo "es obvio" que hay que buscar una fórmula que permita encajar Cataluña en España. En este marco ha apostado por una reforma del modelo territorial porque "tenemos una constitución de 1977 y la organización territorial es probable que tenga que ser revisada".

"Cuando hicimos el artículo 8º se marcó un camino hacia la autonomía, no se fijó la autonomía. Esto ya ha culminado en estos momentos y tenemos una experiencia, y ahora estamos a la UE, y por lo tanto probablemente haya que revisar a la luz de las circunstancias cambiantes qué es la organización territorial respetando siempre el artículo 2 de la Constitución".

Según Margallo, hacer esta revisión del modelo territorial es "sencillo", porque hay que hacer "el mismo que se ha hecho a la UE para fijar las competencias relativas de la UE, de los estados miembros y las compartidas con principio de subsidiariedad, tenemos que buscar una solución en el problema de la financiación".

También ha apostado por un nuevo modelo de financiación. "Siempre he dicho que el sistema fiscal español está anclado en la reforma fiscal de 1977 que son principios que se han quedado viejos", ha dicho, y "hay que dar una vuelta a este tema y una vez que se cambie el sistema fiscal, hay que encajar el sistema de financiación de todos los actores de la vida pública: la administración central, las CCAA, ayuntamientos y seguridad social".

"No lleva en ninguna parte"

Respecto a la Vía Catalana, Margallo ha insistido que "en España y en Cataluña no les conviene el adiós a España", que "sería adiós a la UE y tendría consecuencias importantes" porque Cataluña perdería entre el 20 y el 25% del PIB.

"Hay que explicar que esta vía no lleva a ninguna parte, buscar una vía alternativa que satisfaga las necesidades y los deseos de los catalanes y que acabe con el clima de desafección a aquellos que lo sienten en Cataluña, cosa relativamente sencillo".

Según el ministro, la fórmula pasa por las "infraestructuras, lengua, cultura y financiación", y "explicar que en un mundo globalizado la secesión de territorios no es la formula más adecuada".

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