El día a día de Bretón en la cárcel transcurre entre crucigramas, paseos y vigilancia las 24 horas

Imágenes obtenidas del monitor de la sala de prensa de la Audiencia Provincial de Córdoba de José Bretón, en el momento de escuchar el veredicto pronunciado por un jurado popular, compuesto por siete mujeres y dos hombres, que lo han considerado culpable por unanimidad del asesinato de sus dos hijos, Ruth y José, de 6 y 2 años, respectivamente, el 8 de octubre de 2011 en la capital cordobesa.
Imágenes obtenidas del monitor de la sala de prensa de la Audiencia Provincial de Córdoba de José Bretón, en el momento de escuchar el veredicto pronunciado por un jurado popular, compuesto por siete mujeres y dos hombres, que lo han considerado culpable por unanimidad del asesinato de sus dos hijos, Ruth y José, de 6 y 2 años, respectivamente, el 8 de octubre de 2011 en la capital cordobesa.
EFE
Imágenes obtenidas del monitor de la sala de prensa de la Audiencia Provincial de Córdoba de José Bretón, en el momento de escuchar el veredicto pronunciado por un jurado popular, compuesto por siete mujeres y dos hombres, que lo han considerado culpable por unanimidad del asesinato de sus dos hijos, Ruth y José, de 6 y 2 años, respectivamente, el 8 de octubre de 2011 en la capital cordobesa.

José Bretón sigue teniendo una vida anodina y monótona en la prisión de Alcolea (Córdoba), en la que está encarcelado desde octubre de 2011. Ni siquiera el reciente veredicto del jurado popular que le ha condenado por el asesinato de sus hijos ha cambiado, de momento, sus hábitos penitenciarios. Bretón sigue siendo el inquilino de la celda 28 del módulo de ingresos, con un compañero de celda (un preso de apoyo) que no se separa de él las 24 horas. Duerme con él, y otro recluso se turna durante el día para vigilarle. Eso sí, las inspecciones en su celda se han redoblado.

Bretón sigue en el módulo de ingresos porque allí, donde siempre suele haber una veintena de reclusos, es más fácil controlarle y preservar su seguridad que en un módulo residencial de la prisión. Su día a día en sencillo, repetitivo. No se ha apuntado a ningún taller ni a ninguna actividad deportiva. Apenas pisa la biblioteca del módulo y no ha solicitado ningún trabajo remunerado dentro de la cárcel, señalan fuentes penitenciarias.

Su jornada empieza a las 7.30 horas. Tras el recuento, desayuno. "No es tan escrupuloso como se ha llegado a publicar", señalan las mismas fuentes. Come con los cubiertos de prisión y comparte comedor. No se relaciona mucho con el resto de presos y pasa muchas horas en el patio y haciendo crucigramas y pasatiempos. Hasta ahora, se ha centrado en preparar la defensa de su juicio. De hecho, se ha comprado una televisión y un aparato de radio para seguir las noticias.

Fotos de sus hijos en la cartera

Los tiene en su celda, una habitación de 10 metros cuadrados en la que comparte baño con su compañero. No tiene nada fuera de lo común en ella, en contra de lo que se ha publicado en algunos medios, que decían que tenía fotos pornográficas en las paredes. "Es mentira. Está prohibido", explican las mismas fuentes. Ni siquiera tiene una fotos de sus hijos Ruth y José. "Las lleva siempre en su cartera". Eso sí, tiene mucha ropa. De hecho, se ha podido ver en el juicio como cambiaba de pantalón y camisa con asiduidad. Las fuentes consultadas reconocen que varios presos que han testificado en su juicio han buscado perjudicarle, diciendo cosas que no son verdad. Y es que Bretón no es muy popular, como era de esperar.

De momento, Bretón no ha protagonizado ningún incidente especial. Lejos queda ya el intento de autolesionarse con un plástico afilado, que solo le causó heridas leves. Lo hizo para llamar la atención. Ahora incluso se le retira la cuchilla cuando termina de afeitarse. Y es que le gusta ir aseado y limpio. El único hábito que ha cogido en prisión es el de fumar, tabaco rubio.

El trato con los funcionarios es correcto. "Sigue hablando de sus hijos en presente", señalan las mismas fuentes. En cuanto a las visitas, sigue recibiendo la de su abogado y sus padres, ya mayores, que no fallan cada semana. Quién ha dejado de visitarle son sus hermanos.

A la espera de la sentencia

En un principio, Bretón seguirá en el módulo de ingresos mientras su abogado preparara el recurso contra la sentencia condenatoria. Ahora, el magistrado Pedro José Vela Torres, presidente del tribunal popular que le ha juzgado, cerrará el proceso con la sentencia, que estará lista previsiblemente la semana que viene. La Fiscalía y la acusación particular solicitan un total de 40 años (20 por la muerte de cada uno de los niños) por dos delitos de asesinato con el agravante de parentesco.

Una vez que conozca la sentencia definitiva, Bretón no tendrá que volver a la Audiencia Provincial de Córdoba para escucharla, sino que el documento será remitido a su abogado, José María Sánchez de Puerta.

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