La central nuclear de Garoña se encuentra "parada" desde el 16 de diciembre de 2012 y en la actualidad, de acuerdo con la orden ministerial de cierre, "en fase de predesmantelamiento", según indica en una nota el servicio de relaciones externas de la planta burgalesa.

El comunicado se ha emitido después de la marcha contra la central nuclear y en él, se cifra en unas trescientas las personas que han participado en la protesta, mientras que las organizaciones convocantes han contado a unas quinientas las que han llegado hasta la entrada de la instalación.

La dirección de la planta ha reconocido que en la protesta no se han producido incidentes y que los manifestantes corearon lemas contra la central nuclear.

Los manifestantes se mantuvieron en todo momento al otro lado de una valla que impedía cruzar el puente sobre el río Ebro que da acceso a la entrada de la central de Garoña, que estaba custodiada por miembros del servicio de seguridad de la planta y efectivos de la Guardia Civil, apoyados por un helicóptero que estuvo sobrevolando la zona.

No obstante, el Gobierno pretende que la planta siga funcionando. Industria iniciará los cambios normativos necesarios para que siga con la actividad "si así fuera posible", anunció el viernes la vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría.

De hecho, la empresa propietaria de la planta, Nuclenor, que forman Endesa e Iberdrola, asegura que conservará la plantilla de trabajadores y se mantendrá lista para volver a operar.