La Arrixaca detecta cada año el origen genético de enfermedades cardiacas hereditarias en más de 100 pacientes

El Hospital ultima la preparación de una máquina que permitirá secuenciar más rápido el genoma y que estará lista para final de año
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ASOCIACIÓN ESPAÑOLA DE IMAGEN CARDÍACA
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Los cardiólogos del Hospital Universitario Virgen de la Arrixaca han detectado la mutación genética que origina enfermedades del corazón hereditarias a más de 1.468 personas desde la puesta en marcha, hace 10 años, del programa de estudio familiar de cardiopatías. De todos ellos, 430 ya han desarrollado la enfermedad, mientras que 293 son portadores y, por lo tanto, están a la espera de que la patología dé la cara. Gracias a este programa, se ha podido dar de alta a 745 familiares en los que la genética ha permitido descartar la enfermedad tanto ahora como en el futuro.

El hecho de detectar la mutación genética no permite todavía prevenir o detener la aparición de la enfermedad, que suele desarrollarse en la mayoría de los casos a los 20 ó 30 años de edad. Los pacientes se pueden someter a tratamiento una vez que la patología se desarrolla, pero no antes, según ha explicado a Europa Press el coordinador de la Unidad de Cardiopatías Familiares de la Arrixaca, el cardiólogo Juan Ramón Gimeno.

De momento, la posibilidad de detectar el la mutación genética tan solo permite estar "alerta" de cara a la fase más "aguda" de la enfermedad, que suele corresponderse con el episodio inicial, y los médicos pueden estar preparados ante complicaciones, en ocasiones "difíciles de predecir" o ante arritmias malignas que acaban en muerte súbita.

Para ello, los investigadores de la Arrixaca hacen un estrecho seguimiento de aquellas personas que son diagnosticadas prematuramente, con análisis cada uno o dos años. Asimismo, los médicos disponen de herramientas para saber qué pacientes están en más riesgo, y pueden aplicarles un tratamiento preventivo eficaz.

A día de hoy, Gimeno ha reconocido que no se puede evitar que los pacientes con la alteración genética desarrollen la enfermedad. Sin embargo, advierte que hay soluciones que hace unos años eran "ciencia ficción" y hoy son una realidad, como es el caso de la clonación o la selección genética en un tratamiento 'in vitro' para no transmitir la mutación a la descendencia.

En el futuro, Gimeno augura que los médicos podrán aplicar una medicación y evitar así la aparición de la enfermedad, erradicándolas por completo en próximas generaciones. De hecho, explica que ya hay algunas investigaciones incipientes que utilizan virus modificados que infectan el corazón, lo que consigue bloquear el efecto de la mutación. A pesar de los avances, estos tratamientos no estarán disponibles antes de 5 ó 10 años previsiblemente.

Programa de detección

El equipo médico liderado por Gimeno se encarga de seleccionar a las personas que tienen parientes en su entorno familiar con episodios cardiacos y muertes súbitas, indicio que apunta a la posibilidad de que el origen de la enfermedad sea genético y hereditario. A continuación, rastrean en su ADN para tratar de identificar la mutación que lo desencadena.

Los pacientes que cuentan con la mutación en su perfil genético tienen un 80% de posibilidades de desarrollar la enfermedad, y un 50% de posibilidades de transmitírsela a sus hijos. Por contra, aquellos familiares que no tienen la mutación quedan descartados, pueden continuar con su vida normal y despreocuparse, porque tampoco la van a transmitir a sus hijos.

En concreto, el equipo de la Arrixaca se encarga de rastrear un grupo de ocho cardiopatías hereditarias que son "relativamente raras" porque las padecen una de cada 400 personas de la población general. Muchos de ellos ni siquiera saben que son portadores de la enfermedad porque no tienen síntomas y pueden tener una vida "normal". De hecho, un 20% de estas enfermedades son diagnosticadas, mientras que el 80% restante está sin diagnosticar.

De las ocho enfermedades investigadas en la Arrixaca, cuatro afectan al músculo cardiaco: la miocardiopatía hipertrófica —la más frecuente de todas—; la miocardiopatía dilatada; la miocardiopatía espongiforme; y la miocardiopatía arritmogénica de ventrículo derecho. Las otras cuatro perjudican al sistema eléctrico del corazón y entre ellas están el síndrome de QT largo; el síndrome de QT corto, o el síndrome de Brugada; y la taquicardia ventricular catecolaminérgica, que es "bastante más rara".

En el 90% de los casos, estas patologías se dan por igual en hombres y en mujeres, aunque hay excepciones en que la dolencia está ligada al sexo.

Estas enfermedades son la causa más frecuente de muerte súbita en población de menos de 40 años. Solo en la Región de Murcia se produjeron 22 muertes súbitas en 2011, último año del que se tienen datos, incluyendo las muertes súbitas del lactante. En toda España se calcula que se producen más de 4.000 muertes súbitas anuales, una cifra mayor que los 3.000 fallecidos por accidente de tráfico.

No obstante, Gimeno explica que es difícil de conocer la incidencia exacta de los fallecimientos por muerte súbita, porque el registro no es muy exhaustivo. Por ejemplo, hay gente que fallece y se achaca a un infarto de miocardio pero detrás puede haber una enfermedad genética.

En general, precisa que los enfermos cardiacos que llegan a fallecer por muerte súbita son pocos, entre un 0,2% y un 1% del total cada año.

1.700

Familias y 6.000

Pacientes analizados

El programa de detección en la Arrixaca permite realizar análisis a 120 nuevas familias cada año. Desde su puesta en marcha hace diez años, el programa ha permitido analizar a 1.700 familias, que suman cerca de 6.000 personas, a razón de cuatro o cinco miembros por familia.

La búsqueda de la mutación es una labor complicada y solo se detecta en un 50% o 60% de los pacientes que se sabe que están afectados, ya que hay más de cien genes implicados y los doctores de La Arrixaca van a inspeccionar los 40 ó 50 más frecuentes. Además, explica que una misma enfermedad puede tener su origen en mutaciones diferentes, y dentro de un mismo gen hay distintas zonas donde encontrar la alteración.

Para detectar la mutación genética, los doctores de la Arrixaca pueden tardar solo "5 ó 6 meses", pero en la mayoría de los casos, esta búsqueda se puede prolongar "dos o tres años", porque las técnicas son todavía complejas. En concreto, la búsqueda supone 20 análisis por cada gen, es decir 200 análisis por cada persona, siempre que salgan bien y no haya que repetirlos.

LA 'ULTRASECUENCIACIÓN'

Hace un año tuvo lugar el descubrimiento de la técnica de la 'ultrasecuenciación', que ha "revolucionado" la investigación genética, porque permite hacer en dos o tres meses, y a un coste de mil euros, la secuenciación de todo el genoma humano.

Esta maquinaria todavía no se ha incorporado a la Arrixaca ni a ningún otro hospital público. De hecho, solo hay tres laboratorios privados en España que la hacen. Actualmente, el equipo de investigación que dirige el doctor Gimeno manda a estos laboratorios los casos difíciles en los que no encuentra nada.

Gimeno aclara que la Arrixaca tampoco tiene intención de incorporar la 'ultrasecuenciación' en breve, porque es una tecnología incipiente, que puede quedarse obsoleta en poco tiempo.

No obstante, el Servicio de Análisis Clínicos de la Arrixaca cuenta desde hace 6 meses con una máquina que se basa en la misma tecnología pero es menos potente, y a pesar de permitir el estudio de unos pocos genes, supone un importante avance. Este aparato aumenta la capacidad de diagnóstico en un orden de 10 ó 20 veces comparado con técnicas antiguas.

Este aparato está dedicado actualmente al diagnóstico genético del cáncer. No obstante, el Servicio de Análisis Clínicos ya está haciendo las primeras pruebas para sacarle partido también en las cardiopatías, y espera tener el aparato listo antes de final de año.

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