Santos, padre de los bebés de Talavera: "Nos obligaron a dejarlos, no los abandonamos"

  • El padre de los bebés supuestamente abandonados en el Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo)  asegura que le engañaron.
  • Los padres dicen que a Igor y Julen, de 22 y 10 meses, "no les ha faltado de nada".
  • El padre dejó de percibir la pensión de 426 euros por no tener domicilio fijo.
  • Esta noche han dormido en casa de su abogado de oficio, porque no tienen dinero.
  • El consistorio insiste en que los padres los abandonaron voluntariamente.
  • Los niños están en un centro de acogida de la consejería de Asuntos Sociales.
Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo).
Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo).
GOOGLE STREET VIEW
Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo).

"Nos obligaron a dejar a los niños. Nos dijeron que si salíamos a la calle con ellos nos los quitarían allí mismo. No queríamos que eso pasara". Santos Calvo y su pareja, Irina, están conmocionados por las dramáticas consecuencias que ha tenido su decisión de acudir a pedir ayuda al Ayuntamiento de Talavera de la Reina (Toledo), después de que se quedaran sin dinero tras no cobrar su pensión al carecer de domicilio fijo.

La pareja quedaba anoche en libertad provisional en Madrid, después de que el juzgado de guardia se inhibiera en favor de los juzgados de Toledo en la causa por presunto abandono de menores, sus hijos: dos bebés de 22 y 10 meses llamados Igor y Julen.

Santos, de 55 años e Irina, de 34 y origen ucraniano, han pasado la noche en casa de su abogado de oficio, José Ramón Felipe, quien los acogió "porque no tenían donde ir". Su situación, cuenta el letrado, "es tristísima" y ha sido "injustamente contada ya que los padres en ningún momento querían abandonar a los pequeños", asegura.

El Ayuntamiento de Talavera, en rueda de prensa, informó el jueves de que el miércoles a última hora una pareja que no era del municipio había abandonado a dos bebés "por no poder hacerse cargo de ellos". El padre de los niños explica, sin embargo, que él solo acudió a para pedir que le dieran "un domicilio ficticio y poder cobrar la paga" de la pensión que tiene asignada.

Fuentes del Ayuntamiento insisten en que en ningún momento les quitaron a los niños, que les fueron entregados y les pidieron que "los cuidaran bien".

Santos es natural del País Vasco y conoció a Irina hace tres años. La crisis le dejó a él sin trabajo —"arreglaba persianas, trabajaba en fábricas, cogía percebes. Hizo un poquito de todo en la vida", cuenta su letrado— pero sobrevivían gracias a una pensión de 426 euros. Ella se quedó embarazada, pese a que un médico le había dicho que no podía. Nacieron primero Igor y después Julen. "Nunca les ha faltado de nada. Están sanos y gorditos. Y limpios. Nosotros hemos podido no comer en días, pero ellos han estado bien atendidos", defiende contundente Santos. "Solo llevamos al mayor una vez al pediatra y porque le dolía un oído". También la concejala de servicios sociales de Talavera admitió que los niños estaban bien nutridos.

Un caso humanitario

Sin trabajo, Santos e Irina deambularon los últimos meses por varios municipios buscando trabajo, hasta que el vehículo en el que se trasladaban se les averió "de viejo, tenía 380.000 kilómetros" hace 15 días. En Talavera de la Reina han tenido que dormir en hostales y han recibido ayuda de Cáritas y de Cruz Roja. Sin domicilio fijo, Santos no pudo percibir su pensión y acudió a pedir ayuda "a la Guardia Civil", en cuya comandancia le recomendaron que fuera a servicios sociales del municipio.

Santos, Irina y los niños se presentaron el miércoles en el registro de información del Ayuntamiento de Talavera para pedir a servicios sociales que les dieran "un domicilio ficticio, una dirección postal". En cambio, salieron de allí sin los pequeños. "No queríamos dejarlos, no", se defiende, "pero nos amenazaron con que si salíamos por la puerta nos los iban a quitar en la calle. Nos obligaron a dejarlos", denuncian.  El padre intentó incluso pedir ayuda al alcalde, que no le recibió. Sin un euro en el bolsillo, sin haber comido nada, salieron del consistorio con un billete de autobús.

Santos explica que durmieron esa noche en Torrijos (Toledo) y que allí les pagaron un billete a Madrid, dicen que para seguir pidiendo ayuda. Entonces, recibieron una llamada al móvil desde Talavera, o se entregaban en comisaría o les pondrían en busca y captura por abandono de bebés. "En 20 minutos estábamos en la comisaría de Leganitos. Nosotros queremos a nuestros hijos. Si cuando ya no podíamos hacer nada, les dejamos con pañales y potitos".

Los agentes que este jueves noche prestaban servicio en la comisaría se emocionaron con la triste historia de Santos e Irina. "Les trataron con una delicadeza inusitada", comenta su letrado, "les dieron de comer, aunque apenas probaron bocado. Y les trasladaron de urgencia al juzgado para que no tuvieran que dormir en el calabozo. Se dieron cuenta, como yo, de que no han hecho nada malo, de que el suyo es un caso clamoroso y humanitario".

Este viernes, Santos e Irina tienen previsto volver a Toledo, quieren ver a sus hijos aunque no saben dónde han sido internados. Y piden lo mismo que llevan pidiendo los últimos 15 días, "un domicilio postal donde poder cobrar nuestra pensión y que a Igor y a Julen, que ayer cumplió 10 meses no les falte de nada".

En la consejería de Sanidad y Servicios Sociales de Castilla La Mancha informaron de que los bebés están en un centro de menores de primera acogida. Que su caso seguirá el mismo trámite que el de cualquier niño tutelado. Se mirará si puede quedarse con su familia, con la familia extensa o, sino, hay otros recursos. El fiscal de menores será el que decida.

Mostrar comentarios

Códigos Descuento