La Agencia Tributaria ha desmantelado la primera fábrica ilegal de tabaco en España, que se encontraba oculta en una nave industrial del municipio madrileño de Coslada. En ella había 16.500 kilos de picadura de tabaco. La factoría clandestina iba a ser capaz de producir 1,5 millones de cajetillas al mes. La picadura iba a ser empleada como materia prima. En la nave había varias máquinas y herramientas para la fabricación de tabaco.

Hay seis detenidos: cuatro polacos, un ucraniano y un español. La Agencia cree que la red aún no había empezado a comercializar el tabaco de contrabando. Solo se encargan de eso, del tabaco, ya que no fabricaban las cajetillas donde se guardarían los cigarrillos. El fraude evitado con esta operación asciende a los tres millones de euros.

La directora del Departamento de Aduanas e Impuestos Especiales de la Agencia Tributaria, María Pilar Jurado,ha señalado este martes en rueda de prensa que el tabaco ilegal es "impenetrable" en el mercado legal, por lo que las cajetillas y el tabaco falso, aunque se parezcan al legal, se vende en circuitos no habituales, fuera de los estancos y las máquinas dispensadoras. El ahorro para el consumidor es de más de dos euros por cajetilla.

Los envíos de tabaco ilegal desde otros países a España han crecido, aunque hasta esta operación nunca se habían detectado intentos de fabricarlos en nuestro país. Según la Guardia Civil, el tabaco ilegal procede sobre todo de China, Vietnam, Emiratos Árabes, Egipto, Ucrania y Turquía.

Ahora, la crisis, con más personas sin recursos; la facilidad para encontrar almacenes y naves de alquiler bajo; y la subida de los precios del tabaco legal están detrás del aumento del contrabando, según la directora de Aduanas. La Guardia Civil suma a las causas la última reforma judicial, que flexibiliza el castigo penal. Todo ellos ha provocado que el mercado negro vuelva a estar en auge. Por su parte, el secretario general de Operaciones del Departamento de Aduanas, Manuel Montesinos, ha afirmado que la aparición de este fenómeno "responde a la necesidad de satisfacer una demanda de cigarrillos más baratos", debido a la pérdida de poder adquisitivo de los fumadores.

Jurado ha señalado que si bien la fabricación de tabaco ilegal en España es nueva, en el resto de Europa no lo es. En este sentido, ha indicado que desde 2004 se han detectado y desmantelado 54 fábricas en la Unión Europea, sobre todo en Europa del Este, en países como Polinia, República Checa, Alemania y los países bálticos. Las dos últimas en Lituania y Holanda. Fuera de la UE, las factorías clandestinas se asientan en Rusia y Ucrania.

Las fábricas ilegales se suelen instalar cerca de los grandes núcleos de población o zonas de mayor consumo de tabaco falsificado. Estas redes producen durante periodos cortos de tiempo de una manera intensiva y cambian de emplazamiento con facilidad para evitar ser detectadas. De hecho, los detenidos en Coslada habían estado antes en Guadalajara.