Rechazo unánime en Cataluña a la reforma de la ley educativa. El mismo día en que el Consejo de Ministros ha aprobado la Ley Wert, asociaciones de maestros y de padres de alumnos, sindicatos y partidos políticos (excepto el PP) cargaron contra un texto al que tildaron de "predemocrático" y abrieron la puerta a la insumisión.

La consejera de Educación de la Generalitat, Irene Rigau, calificó la ley de "predemocrática" y dijo que es "un absurdo" que busca "romper las bases pedagógicas" del modelo de inmersión lingüística catalán, en marcha desde hace 30 años y respaldado por el Parlament.

Rigau apuntó que la reforma es "imposible de cumplir". Para la consejera de Educación la aprobación del texto del PP se trata de una "herida enorme al autogobierno" y a "la dignidad institucional", dado que las competencias en materia de educación están transferidas a las comunidades autónomas.

El portavoz de CiU en el Congreso, Josep Antoni Duran Lleida, reclamó la retirada de la LOMCE y denunció el "cariz impositivo" de la reforma promovida por el ministro Wert. Duran indicó en un comunicado que la norma "ataca el modelo de cohesión social en Cataluña logrado a través del sistema educativo catalán". Para CiU, se trata de una "cuestión ideológica de recentralización".

Con los calificativos de centralista, adoctrinadora y elitista se refirió la portavoz de ERC, Anna Simó, a la ley educativa. Simó dijo de ella que desprende una "peste de antiguo" y que pondrá en riesgo la inmersión lingüística. "Para nosotros, la ley de educación que prevale es la de Cataluña. Esta debe de ser la ley que se aplique", concluyó. Simó ve detrás de la Ley Wert una "concepción centralista" de la educación por parte del PP.

Para el PSC la LOMCE es un "golpe de estado" al sistema educativo. Por este motivo, el portavoz de los socialistas catalanes, Jaume Collboni, anunció su apoyo al Gobierno catalán en la defensa de las competencias de la Generalitat y, también, a un eventual recurso que pueda presentar el PSOE ante el Tribunal Constitucional.

Collboni denunció que, a su parecer, la reforma "responde a criterios ideológicos pero no pedagógicos" y que "rompe el concepto de igualdad porque los niños, ahora, estarán segregados por razón de origen social, género y lengua".

El líder de ICV-EUiA, Joan Herrera, pidió al Govern de la Generalitat que desobedezca la LOMCE porque se trata, según dijo, de "un disparate jurídico, político y lingüístico". La tildó también de "aberración y acto de propaganda". Herrera expresó su rechazo al texto porque "nos sólo es una carga contra la lengua (catalana), sinó también contra la educación pública".

Por su parte, el portavoz de Ciutadans en el Parlament, Jordi Cañas, calificó de "parche" esta ley, ya que los alumnos que quieran tener como lengua vehicular en la escuela únicamente el castellano tendrán que ir a centros privados. Cañas lamentó que "el debate vuelve a ser en Cataluña el modelo lingüístico y no el sistema educativo" y acusó a la Generalitat de actuar "fuera de la legalidad" ante la nueva normativa.

La plataforma Somescola, que congrega a las principales entidades catalanas del ámbito educativo, hizo una llamada a la insumisión de la LOMCE. La plataforma se opuso "plenamente" al texto porque "ataca en tres vertientes básicas al sistema educativo catalán" y porque "agrieta" el modelo de inmersión, aplicado con éxito desde hace décadas, según recordó el colectivo.

La Federación de Asociaciones de Padres i Madres de Alumnos de Cataluña (FaPaC), rechazó la Ley Wert porque "es innecesaria, del todo ajena a criterios científicos" y "hace retroceder" el modelo de escuela pública. Padres y madres de alumnos criticaron que la reforma "se ha impuesto" y que "se está mirando más el interés del partido que el de la sociedad".

El sindicato UGT en Cataluña pidió este viernes la retirada de la LOMCE indicando que supone "un ataque sin precedentes al modelo de enseñanza del catalán". El sindicato calificó la nueva ley como "centralizadora" y alertó que acaba con la "cohesión social" y la "igualdad de oportunidades".