Jesús Cintora: "El periodismo es un pilar fundamental de la democracia"

  • El periodista debutó este lunes al frente de 'Las mañanas de Cuatro'.
  • Ha trabajado muchos años en la SER y, últimamente, ha participado en 'El gran debate' o 'El programa de Ana Rosa'.
  • "La gente está mosqueada y queremos darle respuestas", explica.
Jesús Cintora, nuevo presentador de 'Las mañanas de Cuatro'.
Jesús Cintora, nuevo presentador de 'Las mañanas de Cuatro'.
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Jesús Cintora, nuevo presentador de 'Las mañanas de Cuatro'.

Hace quince años entró como becario en la cadena SER. Ahora, tras colaborar en distintos medios y recorrer platós televisivos como contertulio en debates, le toca lidiar con un reto mayúsculo: ponerse al frente de Las mañanas de Cuatro, donde sustituye a Marta Fernández.

¿Cómo llega hasta este desafío?

Desde hace un año y medio he participado en varios programas de la casa, como el de Ana Rosa, El Gran Debate o Te vas a enterar, lo que me llevó a contactar con la productora Mandarina. Creo que programas como los comentados han sido un buen escaparate y, sobre todo, el hecho de que Ana Rosa Quintana contara conmigo hizo que me vieran y se fijaran en mí. Debí gustarles, me hicieron una oferta y aquí estamos.

¿Cuándo se pone al frente del programa?

El lunes 6 de mayo. Lo negociamos, se anunció hace unos días y, después del puente de mayo, arrancamos.

¿Qué planes tiene?

La idea es hacer un espacio muy al tanto de la actualidad. Pasan muchas cosas cada día, la gente está necesitada de respuesta y hay muchos ciudadanos fastidiados que se preguntan por qué está pasando esto. Son tiempos de crisis, en muchos sentidos, y queremos conectar con mucha gente, saber qué les preocupa y dar respuestas. La inquietud política y económica se traduce en una gran inquietud social. Tenemos un sistema judicial mejorable. Abundantes casos de corrupción... Y la gente está mosqueada.

Así que será un programa de actualidad, muy crítico...

Sí, pero no todo serán malos rollos: trataremos todo con seriedad, pero no queremos que se pierda la ilusión. ¿Cómo? Abordando temas y noticias fundamentales, ofreciendo testimonios de los afectados y las víctimas, dándole voz a los ciudadanos y saliendo mucho a la calle. Además, contaremos con la voz de expertos que expliquen las cosas, y queremos hablar con políticos que, a la postre, se supone que son los responsables de todo.

Todo eso, en una hora y media.

De 12.30 a 14h. Pero un programa así no se acaba nunca: según termina uno, ya estás preparando el siguiente. Analizando, cerrando cosas, con una enorme labor de producción, la participación de guionistas... En resumen, 24 horas pendiente.

Suena agotador.

Mi actitud y la del equipo es dejarnos la piel. Así lo veo yo: el periodismo es una labor de 24 horas al día. Soy culo de mal asiento, y para mí ser periodista consiste en estar formado e informado.

¿Conlleva mucha presión su nuevo cargo?

Un cirujano tiene más presión... Y un parado, ni te digo. Somos afortunados, porque podemos dedicarnos a lo que queremos. Por supuesto que hay un punto de presión, pero hay que asumirlo y capearlo, porque son gajes del oficio.

Ha trabajado mucho en la radio: ¿es muy distinta la tele?

A fin de cuentas, lo importante es el mensaje, lo que le quieres contar a la gente. Entiendo el periodismo como el mostrar lo que ocurre cada día, las inquietudes, ilusiones y preguntas de la gente. Todo eso es común en la radio y la televisión: informar con rigor y credibilidad. Luego, por supuesto, son distintos medios: la televisión es también imagen, y hay una serie de aspectos que tengo que aprender porque llevo menos tiempo.

Audiencias, competencia, 'telebasura'... ¿Hasta dónde se puede llegar para triunfar en las mañanas televisivas?

Hay un criterio de contar a la gente lo que le puede interesar, pero también de rigor. Hay que mantener unos níveles de honestidad con el público: saber que lo que cuentas, además de interesar, le es útil a la gente. Si todo eso coincide, si lo que ofreces es útil e interesa a mucha gente... Has resuelto la ecuación. Desde luego, no hay que obsesionarse con la audiencia, sino que sebe ser una consecuencia de un buen trabajo.

¿Qué relación quiere establecer con el espectador?

Formativa e informativa. El consumo televisivo en este país es muy alto, mucha gente busca enterarse de las cosas a través de la tele, y eso implica una responsabilidad. Está claro que la televisión tiene un gran poder de comunicación, se mete en las casas y acompaña a mucha gente, que se forma, informa y entretiene con la tele. Pero la responsabilidad es la misma que para una radio, o un periódico... Ojalá los índices de consumo de otros medios fueran tan altos como los de la tele.

¿Y las nuevas tecnologías? Twitter, YouTube, Facebook... ¿Son amigos o rivales de la televisión?

Por suerte, las formas de comunicarse son cada vez mayores. El que la gente disponga de todas esas herramientas ha ensanchado los canales de información, hay mucha más oferta. Por lo tanto, son herramientas positivas, y nosotros debemos saber competir con ellas y también emplearlas.

¿Qué consejos le han dado compañeros más veteranos?

Por suerte, a mis 36 años he trabajado con Iñaki Gabilondo, Carlos Llamas o Paco González en la radio, y con profesionales como Ana Rosa Quintana o Jordi González en la televisión, y además de haberme dado consejos me he fijado y aprendido de ellos. Si lo miro con perspectiva... No habría podido ni soñarlo en la Universidad. Pero creo que, y no quiero que suene petulante, nadie me ha regalado nada: he llamado a muchas puertas, porque esta profesión es, ahora más que nunca, una labor de resistencia, de tropezar y volver a levantarse.

Hablando de periodismo... ¿Tiene futuro esta profesión?

Cualquiera puede contar lo que ha visto, lo que le ha pasado, pero un periodista tiene que tener la capacidad de, además, ganarse la credibilidad, de ser fiable. Para contarle a una multitud una información no basta con pasar por ahí, sino con tener una credibilidad que no se trabaja, se forja. Tenemos una generación de periodistas que es la mejor formada, que domina idiomas, nuevas herramientas, pero que ha tenido muy mala suerte. No son perfectos, a veces echo en falta que estén más informados, que se documenten más, pero no deben perder las ganas. El periodismo es un pilar fundamental de la democracia, y ahí estamos: contando cosas, sacando a la luz, temas, que nadie sacaría.

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