La declaración ante el juez como imputado del doctor Carlos Viñals, uno de los encargados de la asistencia médica en el Madrid Arena e hijo del jefe médico de la fiesta, ha sido suspendida este miércoles por una lumbalgia, lo que deberá ser revisado por un forense a petición de los letrados de las víctimas.  Así lo ha indicado uno de ellos antes de la declaración también como imputado del representante de Kontrol 34, Carlos Manzanares, ante el titular del Juzgado de Instrucción número 51 de Madrid, Eduardo López-Palop, que investiga la muerte de cinco jóvenes en el pabellón el pasado 1 de noviembre.

Manzanares ha vuelto a mantener que su empresa no se encargaba de la seguridad interior del recinto, aunque ha reconocido que él y otras dos personas llevaban una tarjeta de "servicio de orden", que fue facilitada por la empresa que organizaba la fiesta, Diviertt.

Así lo ha confirmado su abogado, Óscar Zein, tras la segunda declaración de Manzanares como imputado ante el juez (la primera fue en noviembre). Manzanares, que tendrá que comparecer los días 8 y 22 de cada mes en el juzgado, a petición de las acusaciones particulares, ha manifestado que Kontrol 34 "jamás" se ha ocupado de la seguridad interior ni en éste ni en ningún otro evento organizado por Diviertt.

La acreditación les permitía acceder al recinto sin tener que pagar la entrada, por el acceso del personal, antes de la apertura de puertas, para supervisar que habían llegado todas las personas que había facilitado a Diviertt y esperar a la finalización de la fiesta para poder cobrar, ha apuntado Zein.

Manzanares también ha insistido en que Diviertt contrató a Kontrol 34 para que le facilitara un listado de personas, con el título de controlador de acceso, para que luego cada uno desarrollara distintas tareas auxiliares, pero en ningún caso labores de seguridad.

El letrado ha cuestionado la "fuerza jurídica" de un correo de Diviertt a Madrid Espacios y Congresos en el que se señala que "los controladores de acceso correrán por cuenta de Kontrol 34" y ha dicho que es "falso e incierto" que la seguridad interior estuviera a cargo de Kontrol 34, como se afirma en un documento de Madrid Espacios y Congresos a la Delegación del Gobierno, aunque Felipe Moreno, el abogado de la familia de Rocío Oña, una de las víctimas de la tragedia, opina lo contrario y ha destacado la importancia de este papel.

Moreno ha responsabilizado a Kontrol 34 y a Manzanares de todo lo sucedido en el interior del pabellón y ha recordado que en las imágenes grabadas por las cámaras del recinto Manzanares aparece hablando y dando instrucciones a personal "con chaleco amarillo" de Kontrol 34.

Por su parte, María José Siñeriz, la abogada de la familia de Cristina Arce, otra de las víctimas, ha opinado que la contratación del personal de Kontrol 34 por Diviertt es "una ficción", al tiempo que ha resaltado que Madrid Espacios y Congresos, Seguriber y Diviertt han atribuido a Kontrol 34 la seguridad interior en el Madrid Arena.

Siñeriz ha pedido prisión provisional eludible con una fianza de 100.000 euros para Manzanares -sin que el juez atendiera la petición- por considerar que con cinco víctimas mortales los hechos son "gravísimos", y se han reunido pruebas "enormes" contra Kontrol 34 a lo largo de la instrucción.

El exconsejero delegado de Madrid Espacios y Congresos José Ángel Rivero dijo en sede judicial que Kontrol 34 fue contratada por la empresa organizadora de la fiesta, Diviertt, para controlar el aforo y el movimiento entre las distintas plantas del pabellón.

Antes de la declaración, las partes han visto un DVD con imágenes de la enfermería tomadas por la Policía Científica para comprobar cuál era el equipamiento y la situación de los cadáveres de tres de las víctimas en parada cardiorrespiratoria. Las imágenes, según los letrados, han sido "muy duras e impactantes".

Abdón Núñez, el abogado de la familia de Belén Langdon, otra de las víctimas de la tragedia, ha señalado que el jefe de Operaciones de Madrid Espacios y Congresos, José Ruiz Ayuso, dijo que en la enfermería tan solo había una camilla, una mesa redonda y cuatro sillas, "en disparidad" con lo que describió el doctor Simón Viñals durante su comparecencia del lunes.