¿Protagonistas? Cuatro grandes mitos del siglo XX: el fotógrafo Robert Mapplethorpe, el mecenas y gurú Andy Warhol, el artista-guerrillero Keith Haring y la disco queen Grace Jones. ¿Lugar? El estudio del primero, en la calle Bond de Nueva York. ¿Momento? El 28 de julio de 1984. ¿Motivo? Una sesión de fotos para la revista Interview —fundada (1969) y editada por Warhol— que realizaría Mappelthorpe a Grace Jones con el cuerpo cubierto por dibujos de Haring.

En medio de las luminarias, trabajando como ayudante, estaba el madrileño Javier Porto (1960), que ahora expone y edita las fotografías que logró hacer de las interioridades de la sesión, una especie de making off de un momento irrepetible. Grace, Andy, Keith, Robert y cía es una suite que forma parte de la exposición Los años vividos, una antología de la obra fotográfica de Porto que se expone en La Térmica de Málaga hasta el 16 de junio.

El catálogo de la muestra acaba de ser editado por La Fábrica en un par de volúmenes: La noche se mueve es una colección de instantáneas de la móvida madrileña y Grace, Andy, Keith, Robert y cía resume el encuentro de 18 horas de trabajo duro de las cuatro estrellas del arte de la segunda mitad del siglo XX.

Bregado, como apuntan los editores, "en los salones del glamour y el dinero" de la movida madrileña, Porto hizo fotos de todos los aspirantes a famosos que frecuentaban las galerías, garitos y salas de concierto en los años (más o menos entre 1978 y 1985) en que la capital española parecía vivir al nuevo ritmo que marcaba el sentimiento de liberación del final del franquismo.

En Los años vividos aparecen algunos de aquellos jóvenes libertinos que con el tiempo se convertirían en luminarias (Pedro Almodóvar, Alaska), otros que se quedaron en la medianía de la notoriedad local (Fabio MacNamara) y muchos que simplemente asistieron a la explosión para dejarse seducir y pasarlo lo mejor posible.

Porto resulta ser un ejemplo claro de esa denominada fotografía de los ochenta y cómo ésta fue leída en su momento y es todavía contemplada en la actualidad, (...) quizá sea necesario limpiar como si de polvo acumulado sobre esas obras se tratase, para poder descubrir, más allá de lo que parecen contar esas imágenes, que és lo que verdaderamente cuentan", dice el historiador Julio Pérez Manzanares en el prólogo del volúmen.

El prologuista, como es de esperar, es complaciente. Las fotos de Porto sólo aportan la fecha en la que fueron tomadas y, para muchos, eso ya es bastante: al menos estaba allí. Fotográficamente son pobres, rudimentarias y sin poética. Alcanzan, siendo benévolo en la crítica, la condición de cándidas.

Algo similar sucede con las de Grace, Andy, Keith, Robert y cía, donde la presencia de tanto vip sólo deviene en tristes instantáneas, todavía más dolorosas si se tiene en cuenta que a tres de los cuatro protagonistas les quedaba muy poca vida por delante: Warhol murió en 1987, Mapplethorpe en 1989 y Haring en 1990.

El body-painting de éste sobre la piel de Jones, por cierto, sería utilizado también en 1986 en la espantosa comedia Vamp, donde la cantante intepreta el papel de Katrina, Reina de los Vampiros.