El actor de Bollywood Sanjay Dutt, declarado en su día culpable de colaboración en los atentados de Bombay de 1993, recibió una nueva condena en relación a aquella masacre, en la que murieron 257 personas y otras 700 resultaron heridas.

En una nueva sesión de uno de los juicios más largos de la historia de India, en el que ya han sido condenadas otras 122 personas, el popular actor fue considerado culpable de tenencia ilícita de armas, aunque absuelto del cargo de "conspiración" en aquellos atentados.

Los atentados, los más sangrientos ocurridos en el país, consistieron en la colocación de 13 bombas en unos trenes de cercanías de Bombay y fueron perpetrados por una organización mafiosa, supuestamente por encargo de la comunidad musulmana india, para vengar la matanza de 2.000 musulmanes en varios enfrentamientos religiosos con la población hindú por todo el país.

Estos atentados juzgados ahora son similares a los que la ciudad sufrió el pasado mes de julio, en los que murieron unas 200 personas.

El actor, hijo de un ex ministro de Deportes y que ha defendido su inocencia, fue relacionado con la organización mafiosa que lidera Dawood Ibrahim, quien junto a Tiger Memon es considerado el organizador de los atentados.

Los 'capos' de esa organización residen en Pakistán y son cabecillas de una de las poderosas mafias, en su mayoría musulmanas, que tienen base en Bombay y actúan en esa ciudad, en Dubai y en varios países con una colonia india importante.

A lo largo del juicio, los jueces consideraron probado que Dutt colaboró con los terroristas que pusieron las bombas en los trenes de Bombay hace trece años, prestándoles apoyo logístico, por lo que ya pasó 16 meses en prisión hace una década.

Además, ayer los jueces lo condenaron por guardar en su casa un fusil AK-56 que más tarde destruyó, además de un revólver y otras armas que Dutt aseguró poseer "para defensa propia".

Al haber sido declarado culpable por posesión ilícita de armas, el actor deberá ahora esperar la sentencia correspondiente.

En la televisión local NDTV, que ha seguido el caso minuto a minuto, el corpulento protagonista de varios éxitos de Bollywood (industria del cine india) acudía al juzgado con semblante serio y con el tradicional punto rojo en la mitad de la frente, lo que quería decir que acababa de visitar un templo hindú.

Sanjay Dutt, considerado un enfant terrible en el entorno del espectáculo, ha superado varias crisis personales a lo largo de su vida, como la adicción al alcohol en la que cayó al morir su madre, dos accidentados divorcios, o su polémica relación actual con una bailarina musulmana de Pakistán, país rival de la India.

Su estancia en la cárcel no le impidió retomar su carrera de actor con éxito.

Entre las actuaciones más celebradas de Dutt figuran la interpretación de un heroico teniente del Ejército indio que combate en Cachemira contra los invasores paquistaníes en una película titulada Kargil, Línea de Control, de cuatro horas de duración, que fue la más cara de la Historia del cine nacional en el momento de su estreno, en 2003.

En total, este actor, ha participado en unas cien películas, siendo protagonista en 60 de ellas.

Aparte de varios compromisos publicitarios por valor de casi cinco millones de euros, la estrella tiene pendiente el estreno de seis películas para el año próximo, cuyo presupuesto supera los nueve millones de euros en total.