Alrededor de cincuenta personas de la Plataforma de Afectados por la Hipoteca (PAH) de los grupos 'stopdesahucios' de Tetuán y Chamartín han conseguido paralizar este viernes el desahucio de una mujer de 71 años con alzhéimer. La vivienda estaba situada en el número 144 del Paseo de la Castellana.

La tensión se ha incrementado a partir de la llegada de dos furgones de la policía nacional. Así, cuando los agentes han tratado de acceder al portal, los manifestantes han incrementado sus gritos y se han agolpado en la entrada para tratar de impedir su acceso.

En este punto, se han producido empujones y cinco personas, que impedían el acceso a los agentes, han sido llevadas al interior del portal. Un agente ha explicado a los manifestantes que "igual que ellos están fuera protestando con todo su derecho, ellos tienen que entrar al portal". Hay dos detenidos por este enfrentamiento con la Policía.

Las abogadas que llevan el caso han explicado que este desahucio no se produce por el impago de la deuda, sino porque el piso donde la anciana, Mónica Briseño, vive de alquiler desde 1974, ha sido reclamado por su propietario.

El propietario, según la Ley de Arrendamientos Urbanos (LAU) de 1964, así como por la misma Ley de 1994 y por la nueva ley del Gobierno a este respecto, tiene "derecho sustantivo" a recuperar la vivienda.

Según ha indicado la hija de la afectada, Christian Bourne, el dueño de la vivienda, que según él vive en Bilbao, heredó la vivienda de su anterior propietaria, que fue quien, cuarenta años atrás, arrendó la vivienda a su madre. "Tras una década de juicios tratando de rescindir el contrato, el propietario ha dicho que su hija necesitaba la casa para cursar sus estudios en Madrid", ha explicado.

Así, un juzgado de Primera Instancia, de acuerdo con las leyes, falló a favor del propietario y fijó la fecha del lanzamiento para el 15 de febrero, aunque posteriormente, según Bourne, gracias a la "presión popular de los grupos 'stopdesahucios' de Tetuán y Chamartín", la ejecución fue retrasada hasta el 5 de abril.

Su hijo ha asegurado que su madre, que padece alzhéimer, "no quiere irse de ninguna forma". "Aquí conoce a la gente, tiene sus amigas, sabe dónde tiene que hacer la compra, conoce el barrio. Me da miedo que un cambio brusco en su rutina y la ruptura de todos esos lazos pueda hacerla más mal que bien", ha explicado.