El ministro de Economía, Luis de Guindos, ha reconocido que aceleró los acontecimientos para intervenir en BFA-Bankia "ante la situación de alarma que se estaba generando y la necesidad de actuar de forma rápida, transparente y contundente", tal como le habían transmitido todos los organismos internacionales: el FMI, el BCE, la Comisión Europea, el Eurogrupo y el G20.

De Guindos además ha explicado que su Ministerio siguió de cerca toda la crisis de la cuarta entidad financiera española desde que a principios de 2012 supieron de los problemas por los que estaba pasando, si bien ha negado ninguna intervención relacionada ni con la dimisión del expresidente Rodrigo Rato, (tal como sospechaba la Fiscalía) ni con la toma de control de la entidad por parte del FROB, tal como refleja la declaración jurada remitida al juez de la Audiencia Nacional Fernando Andreu, y a la que ha tenido acceso este diario.

De ser cierto el testimonio del titular de Economía, su Ministerio no conocía el grave deterioro patrimonial de la entidad durante su salida a Bolsa. No hizo nada, sin embargo, para evitar o prevenir a los inversores en una segunda ampliación de capital que se aprobó ya a principios de 2012, con el canje de más de 1.200 millones de euros en preferentes por acciones, lo que conllevó posteriormente pérdidas millonarias para aquellos ahorradores.

El ministro de Economía explica, con más de 65 folios y documentos adjuntos, que debido a las dudas surgidas en organismos internacionales y grandes inversores extranjeros, se requirió a BFA-Bankia un plan más ambicioso que el presentado para cumplir con los requerimientos de los dos decretos de saneamiento aprobados por el Ejecutivo. "Lo que se nos exigía por las insitituciones internacionales eran medidas concluyentes y creíbles que hicieran disipar las dudas que se cernían sobre la entidad", señala.

Así, durante el mes de abril de 2012 De Guindos y Rato se vieron "en numerosas ocasiones" en las que el expresidente de BFA-Bankia le presentó diversas operaciones de fusión, y que plantearía la necesidad de solicitar nuevas inyecciones de capital público que se sumarían a los 4.465 millones de euros que el FROB ya había empleado comprando participaciones preferentes del banco.

Posteriormente, el 9 de mayo (según Luis de Guindos), el Banco de España anuncia que BFA-Bankia ha solicitado la conversión de esas participaciones preferentes en acciones, lo que conllevará la toma de control del FROB del 100% de BFA, matriz de Bankia. Para entonces Rodrigo Rato ya había dimitido como presidente de la entidad, si bien el ministro de Economía reitera en su escrito testifical que "en ningún momento" solicitó la salida del exvicepresidente, aunque recuerda también la "preocupación común" que albergaban todos los organismos internacionales respecto a la estructura de Gobierno del banco y su escasa profesionalidad.

Leyendo el testimonio del titular de Economía, da la impresión de que Rato presentó su dimisión voluntariamente y consciente de que las autoridades pedían ir más allá de lo que la entonces cúpula del banco era capaz de ofrecer. Según sus palabras, conoció la noticia de su dimisión el 7 de mayo, dos días antes de que se hiciera oficial y en su lugar llegara José Ignacio Goirigolzarri. Precisamente con el actual presidente de Bankia, Guindos asegura que habló por primera vez con él entonces, para mostrarle su apoyo antes de aceptar el cargo.

En respuesta a preguntas de la Fiscalía, De Guindos reitera que el Gobierno tenía la responsabilidad de encarar la crisis del sistema financiero y en concreto la de BFA-Bankia, debido sobre todo a los fuertes intereses públicos comprometidos ya en la entidad desde 2009. El FROB había inyectado ya 4.465 millones y había avalado a la entidad "hasta un importe de 34.768 millones de euros".

En definitiva, explica el ministro, "el Gobierno tenía la obligación de tomar las medidas necesarias para, por un lado, procurar la devolución de los fondos inyectados y, por otr0 lado, evitar un incumplimiento por parte de BFA-Bankia de sus obligaciones avaladas por el Estado", tal como señala en sus conclusiones.