El ex primer ministro italiano, Silvio Berlusconi, ha manifestado este miércoles la necesidad de encontrar una solución rápida a la situación de ingobernabilidad del país tras los resultados de las elecciones porque, de no ser así, Italia podría tener que pagar "un precio demasiado alto".

"Ninguna fuerza política y responsable puede ignorar el valor de la gobernabilidad", indicó Berlusconi a través de la página web de su partido, el Pueblo de la Libertad (PDL), donde también reconoció que, en los próximos días, habrá que reflexionar sobre los posibles escenarios políticos y las propuestas para el futuro.

El próximo 15 de marzo se conformará el nuevo Parlamento italiano y se votará tanto al presidente de la Cámara de los Diputados como al del Senado. Será a partir de ese momento cuando comiencen las consultas para la investidura del nuevo Gobierno. No obstante, il Cavaliere considera que si Italia no es capaz de enviar un mensaje de estabilidad antes, "se corre el riesto de pagar un precio demasiado alto", por lo que "corresponde a las fuerzas políticas, con su autonomía y su responsabilidad, comenzar a desenredar la madeja de la legislatura que debe iniciar".

Además, señaló que "el punto de partida" para este mensaje de estabilidad "no deben ser las alianzas sino las cosas: la reducción del gasto, de la presión fiscal, unas cuentas públicas en orden para poder seguir en Europa con la cabeza alta y reformas institucionales".

Las elecciones, han dibujado un panorama político incierto en Italia, puesto que mientras la coalición centroizquierdista de Pier Luigi Bersani cuenta con mayoría absoluta en la Cámara de los Diputados, en el Senado no hay una mayoría clara. Una situación complicada para la investidura de Gobierno, que necesita del voto favorable de ambas.

Además, el antipolítico Movimiento 5 Estrellas, del cómico Beppe Grillo, ha descartado la posibilidad de llegar a un acuerdo con la coalición de centroizquierda, ni con cualquier otro partido. Por eso, según algunos analistas, con este mensaje Berlusconi pretende abrir de nuevo la puerta a una posible alianza con Bersani, que en un principio había rechazado tal opción, aunque en el seno de su partido existen opiniones enfrentadas.