El artista tibetano Tenzing Rigdol expone cuadros basados en los monjes quemados a lo bonzo

Una de las obras de Rigdol
Una de las obras de Rigdol
© Tenzing Rigdol - Rossi & Rossi Gallery
Una de las obras de Rigdol

Solo, exhausto y esperando. Es el título de una silueta de un Buda yacente pintada sobre piezas de seda con escrituras religiosas budistas. El rostro, las manos y los pies de la deidad están vacíos y de su interior emergen llamas de fuego.

Es uno de los cuadros que expone en Londres Tenzing Rigdol, nacido en Nepal en 1982 en el seno de una familia tibetana escapada de la ocupación militar china de su país. La pieza es una alegoría de las personas —sobre todo monjes budistas— que han optado por la vía de la inmolación pública como señal extrema de protesta contra la situación. Cien personas se han quemado a lo bonzo desde 2009, el último hace unos días.

La muestra de Rigdol, uno de los artistas jóvenes más comprometidos con la lucha de su pueblo, se titula Darkness into Beauty (Oscuridad en la belleza) y está en cartel hasta el 27 de marzo en la galería Rossi & Rossi, una de las firmas de marchantes de arte asiático, en especial del área del Himalaya, más veteranas de Europa.

Un siglo de la independencia

En el año en que se cumplen un siglo de la proclamación de la independencia del país de las nieves, que fue el Reino del Tíbet entre 1912 y 1950 para ser a continuacóin invadido militarmente por China, la exposición tiene un valor añadido. Rigdol, que vive en los EE UU, nunca ha dejado de defender los derechos del pueblo sometido del que debieron huir sus padres para refugiarse en Nepal.

En la capital británica el artista exhibe obras recientes y algunas de sus comienzos pero muy conocidas, como el impresionante acrílico Brief History of Tibet (Breve historia del Tíbet), una especie de Guernica sobre la ocupación china que formó parte de la exposición itinerante The Missing Peace (La paz añorada), inspirada en la vida del Dalái Lama.

Mandalas y deidades iracundas

Utilizando técnicas de brocado e impresión en seda y collage y con referencia religiosas al riquísimo santoral del budismo tántrico —sobre todo a las deidades iracundas— y a los mandalas de meditación, Rigdol representa la difícil situación de un país considerado por China como propio por uniones dinásticas y conquistas en la época imperial. En varias de las obras rellena perfiles de imágenes religiosas con billetes chinos, en referencia a la ocupación económica y espiritual del país.

Aunque los artistas tibetanos son dados a emplear sus habilidades con fines de crecimiento personal y para encontrar la paz interior, la situación crítica del exilio y la ocupación militar ha llevado a la radicalización de los más jóvenes. Rigdol, un claro ejemplo de esta tendencia, realizó en 2011 una iniciativa que tuvo gran repercusión en Occidente: Soil Project  (Proyecto tierra), una instalación de 20.000 kilos de tierra y sedimentos del Tíbet llevados a Dharamsala, ciudad de la India donde reside el Dalái Lama y tiene la sede la Administración Central Tibetana, que funciona como un gobierno en el exilio.

Rigdol es uno de dos únicos artistas contemporáneos del Tíbet —el segundo es Gonkar Gyatso (1961)— seleccionado para participar, en 2014, en la gran exposición Tibet and India: New Beginnings (Tíbet e India: nuevos comienzos) en el Metropolitan Museum de New York.

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