El Gobierno quiere que vuelvan las corridas de toros a Catalunya en junio como un Bien Cultural

  • Quiere que la 'fiesta nacional' sea un Bien de Interés Cultural en toda España.
  • Entidades taurinas de Catalunya han presentado 550.000 firmas en el Congreso.
  • Si prospera la intención del Gobierno del PP podría haber corridas en verano.
Manifestantes antitaurinos y aficionados a la tauromaquia muestran sus posturas entre varios agentes de los Mossos d'Esquadra antes de la celebración del último festejo taurino en la Monumental de Barcelona.
Manifestantes antitaurinos y aficionados a la tauromaquia muestran sus posturas entre varios agentes de los Mossos d'Esquadra antes de la celebración del último festejo taurino en la Monumental de Barcelona.
EFE
Manifestantes antitaurinos y aficionados a la tauromaquia muestran sus posturas entre varios agentes de los Mossos d'Esquadra antes de la celebración del último festejo taurino en la Monumental de Barcelona.

El presidente de la Comisión de Cultura del Congreso, Juan Manuel Albendea (PP), ha asegurado que, entre junio y septiembre, los toros serán declarados Bien de Interés Cultural y volverán a celebrarse corridas en Catalunya.

El pleno del Congreso debatirá este martes una iniciativa legislativa popular tras la presentación de más de 550.000 firmas por parte de la Federación de Entidades Taurinas de Catalunya para que la fiesta de los toros sea declarada Bien de Interés Cultural.

«Una vez que los toros pasen a ser una fiesta Bien de Interés Cultural, las competencias serán del Estado y se derogaría la ley aprobada por el Parlament de Catalunya que prohíbe las corridas», afirmó.

Pese a que en Catalunya están prohibidas las corridas aún se celebran algunos espectáculos con toros, como los correbous, en algunas poblaciones de las comarcas de Tarragona. En Barcelona, aún no se ha decidido el destino de la plaza de toros de la Monumental, mientras que otro de los antiguos ruedos barceloneses, Las Arenas, hace tiempo que se transformó en un centro comercial.

En el caso de la capital catalana, el Ayuntamiento declaró la ciudad libre de espectáculos con animales, ya fueran corridas de toros o cualquier montaje de circo o similar. Pero, hasta que el Parlament no prohibió las corridas de toros, esta medida no se aplicó en firme extendiéndola a todo el territorio catalán.

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