El Gobierno escocés reformulará la pregunta del referéndum para que sea "justo y transparente"

  • La Comisión Electoral considera que la primera propuesta podía "incitar a votar si".
  • El SNP aceptará: "¿Debería Escocia ser un país independiente? Sí o no".
  • "Había preocupación por la tendenciosidad de la pregunta", reconoció Cameron.
El primer ministro británico, David Cameron durante su reunión en octubre con el ministro principal de Escocia, el nacionalista Alex Salmond, y Nicola Sturgeon (dcha), en la llamada casa de St. Andrews, sede del Gobierno autónomo escocés, donde se firmó el Acuerdo de Edimburgo.
El primer ministro británico, David Cameron durante su reunión en octubre con el ministro principal de Escocia, el nacionalista Alex Salmond, y Nicola Sturgeon (dcha), en la llamada casa de St. Andrews, sede del Gobierno autónomo escocés, donde se firmó el Acuerdo de Edimburgo.
Gordon Terris / EFE
El primer ministro británico, David Cameron durante su reunión en octubre con el ministro principal de Escocia, el nacionalista Alex Salmond, y Nicola Sturgeon (dcha), en la llamada casa de St. Andrews, sede del Gobierno autónomo escocés, donde se firmó el Acuerdo de Edimburgo.

El Gobierno escocés reformulará la pregunta del referéndum sobre la independencia de Escocia después de que la Comisión Electoral considerase su propuesta algo tendenciosa porque podría "incitar a votar sí".

La viceministra principal del Ejecutivo autónomo, miembro del Partido Nacionalista Escocés (SNP), Nicola Sturgeon, ha indicado que se aceptarán todas las recomendaciones de la Comisión y que la pregunta sugerida por el organismo, "¿Debería Escocia ser un país independiente? Sí o no", se someterá a la aprobación del Parlamento de Edimburgo, encargado de regular la celebración del plebiscito para el otoño de 2014.

El ministro principal escocés y número uno del SNP, Alex Salmond, había planteado otra pregunta: "¿Está usted de acuerdo con que Escocia debería ser un país independiente?". No obstante, tras una consulta con la población, la Comisión Electoral estimó que dicha formulación no es lo suficientemente neutra.

En este sentido, el comisario electoral, John McCormick, explicó este miércoles que, después de "contrastar rigurosamente la pregunta propuesta" por Salmond, se ha llegado a la conclusión de que su formulación podría influir en los indecisos. "¿Está usted de acuerdo...?" podría llevar a votar afirmativamente puesto que, al buscar el acuerdo, "se daba por hecho que la independencia es algo bueno", según destacaron, en palabras del comisario, varias personas.

"Aunque han reconocido que nuestra pregunta era clara y simple, aceptamos no obstante el cambio recomendado", dijo Sturgeon, que hizo hincapié en que el objetivo de su Gobierno es que el referéndum, muy esperado por los nacionalistas, sea "justo y transparente". Una decisión aplaudida por el primer ministro británico, David Cameron, quien reconoció que "había preocupación por la tendenciosidad de la pregunta".

Por otra parte, Cameron se comprometió a trabajar junto al Gobierno escocés para despejar las dudas sobre lo que significaría a efectos prácticos la independencia de Escocia, otra de las recomendaciones de la Comisión. En la misma línea se manifestó el ministro para Escocia, Michael Moore, que adelantó que en febrero presentará un primer informe sobre la posición de Escocia en relación con el resto del Estado británico.

"No se prenegociará"

Es, por tanto, un asunto espinoso porque mientras la Comisión estableció que el electorado tiene "una idea clara" de que "un país independiente" significaría la separación del Reino Unido, sí señaló la necesidad de dar más información sobre qué pasaría si ganase el "sí". Así, el SNP ha pedido aclaraciones sobre la pertenencia a la Unión Europea o la gestión de recursos como el petróleo pero Londres es reacio a precisarlo por miedo a entrar en una "prenegociación", algo que el primer ministro quiere evitar: "No se prenegociará su salida del Reino Unido", dijo.

Por otro lado, la Comisión Electoral ha determinado los límites de gasto para cada partido durante la campaña para el referéndum, que se basará en la proporción del voto obtenido en las últimas elecciones, que el SNP ganó por mayoría.

El Gobierno de Salmond someterá el próximo marzo su proyecto de ley del referéndum a la aprobación del Parlamento autónomo, después de que hace unos días la Cámara de los Comunes aprobara traspasar a Edimburgo la potestad para regular la consulta. El pasado octubre, Cameron y Salmond ya habían firmado el Acuerdo de Edimburgo, por el que se fechaba el plebiscito para otoño de 2014 y se daba al Gobierno escocés las competencias para organizarlo.

La celebración de este referéndum ha motivado que varios sectores políticos del país hayan iniciado campañas a favor y en contra de la independencia. La primera está encabezada por el partido de Salmond y la segunda, por el exministro laborista Alistais Darling.

En cuanto a la población, con la proliferación de los diferentes argumentos y la incertidumbre sobre la permanencia en la UE, ha ido variando la intención de voto. Así, la última encuesta, difundida el pasado 24 de enero, constató que el apoyo a la independencia descendió en 2012 al 23%, la cifra más baja desde 2010, frente al 32% del 2011.

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