Vuelve la espectacularidad del Circo del Sol (Cirque du Soleil), que llega una vez más a Madrid (parada fija en sus giras europeas) para presentar un nuevo espectáculo, titulado Alegría.

La compañía canadiense lleva recorriendo el mundo más de 20 años.

Su espectáculo está formado por malabaristas que son auténticos atletas y equilibristas que se mueven con la agilidad de perfectas bailarinas clásicas.

Entre sus múltiples números se combinan los trapecios, las danzas con fuego, las acrobacias de trampolín e incluso hombres que parecen volar ingrávidos entre barras y anillas.

Nostalgia en el aire

El que presenta ahora el Circo del Sol es un espectáculo que trata de emular a las pequeñas compañías familiares que recorrían Europa.

Los trajes de época versallesca que componen el vestuario crean una atmósfera melancólica llena de oro y nostalgia. El show pretende ser un homenaje al carnaval antiguo.

Los números aparecen conducidos por un guía de excepción, Fleur, un personaje intrigante, misterioso y excéntrico que ofrece el contrapunto de oscuridad a la lucidez y espectacularidad de las distintas partes del programa.

Payasos, hadas, ninfas y viejos pájaros completan el mundo mágico del espectáculo Alegría.

900 artistas de medio mundo

Más de 9 millones de personas han disfrutado ya de Alegría en 50 ciudades del mundo. El Circo del Sol mantiene 13 espectáculos en diferentes lugares (entre ellos, Dralion, en la foto). Sólo 3 de sus miembros han participado en todos los shows.

Hablan más de 25 lenguas y provienen de más de 40 naciones distintas. Son un total de 900 artistas. Con Alegría llevan 200 trajes, 300 pares de zapatos, 100 pelucas y 22 máscaras de pájaros. En su plantilla hay 3 profesores, 2 ‘fisios’ y 4 cocineros.