Poco más de un año después de la matanza de la isla noruega de Utøya (22 de julio de 2011) y menos de un mes tras la condena a 21 años de cárcel del autor confeso de los crímenes, el supremacista Anders Behring Breivik, acaban de presentar oficialmente en Oslo el proyecto de reforma Nueva Utøya, que quiere "acabar con el silencio" sobre la masacre y, mediante una intervención arquitectónica blanda, convertir la isla en un espacio dedicado a la cultura y el ocio y en recuerdo a los 69 estudiantes asesinados a tiros por el extremista.

El proyecto está apoyado por la Arbeidernes Ungdomsfylking (AUF), rama juvenil del Partido Laborista de Noruega, la organización que utilizaba habitualmente la isla para celebrar campamentos. En uno de ellos irrumpió Breivik disfrazado de agente de Policía y tras haber colocado un potente artefacto explosivo en Oslo para distraer la atención. En ambos atentados, los mayores de la historia del país, murieron 77 personas.

El líder de la AUF, Eskil Pedersen, y el parlamentario por esta formación, Martin Henriksen, que preside la empresa sin ánimo de lucro montada para laa gestión de la iniciativa, presentaron el proyecto en una conferencia de prensa junto con los arquitectos del estudio Fantastic Norway, autores del plan de reconstrucción.

Los promotores, que llevan un año trabajando en la idea, precisaron que la reforma costará casi 50 millones de dólares y que la idea es abrir la Nueva Utøya en el verano de 2015. El dinero procede de donaciones entregadas al Partido Laborista por particulares, instituciones y empresas.

La idea de partida, dijo Pedersen, es "volver a Utøya" y "romper el silencio" sobre la matanza sin olvidar a las víctimas que fueron asesinadas durante uno de los campamentos de verano dedicados a teoría política que la AUF desarrollaba en la pequeña isla lacustre de 0,14 kilómetros cuadrados situada en el lago Tyrifjorden, al sureste del país. El plan tiene en estos momentos categoría de "proyecto piloto con detalle" y el dimensionamiento y la arquitectura "deben ser desarrollados".

Aunque algunos supervivientes se han mostrado contrarios a reabrir el lugar, Pedersen dijo que la AUF considera deseable que en Utøya "se vuelva a hablar de política. Hemos intentado tener en cuenta a tantos como ha sido posible, pero creemos que es mejor que la isla sea un lugar de celebración de actividades y que no sea desperdiciada". Lo que han dejado claro es que en las nuevas instalaciones no se celebrarán actividades en los aniversarios de los crímenes ni en fechas cercanas.

La Nueva Utøya —en cuyo diseño han participado con sugerencias los supervivientes del ataque— plantea la conversión de la isla en una especie de "pequeña ciudad", dijeron a 20minutos.es desde el estudio de arquitectura Fantastic Norway. "Habrá calles, un campanario y una gran plaza en la parte más alta de la isla".

Utøya renovadaLa intervención arquitectónica será suave, no incluye reformas drásticas y el material predominante será la madera. El nuevo edificio principal, al que denominan La Plaza, tendrá espacios para conferencias, encuentros y seminarios, un comedor, cocina, un área de bazar y el campanario. En un terreno anexo se ubicarán las cabañas que darán alojamiento a los visitantes.

También serán construidos nuevos muelles y se reformará el único camino asfaltado de Utøya, rebautizado como La senda del amor. Otros detalles del proyecto incluyen una nueva playa, campos de deportes y un anfiteatro para conciertos al aire libre.

Habrá, desde luego, un monumento en recuerdo a los 69 muertos, pero por ahora no está decidido que forma darle. "Esperamos que el proyecto guste y  buscamos que todos los interesados ayuden y participen en su mejora. Lo único que tenemos claro es que queremos una Utøya renovada", dijo Henriksen.