El consejero Javier Fernández-Lasquetty ha advertido este viernes de que los ciudadanos de la Unión Europea que deseen ser atendidos por la Sanidad pública madrileña deberán registrarse antes como residentes en España y que eso tiene "consecuencias fiscales".

Fernández-Lasquetty ha hecho esta precisión en rueda de prensa posterior a la presentación del primer balance económico tras la entrada en vigor del repago farmacéutico, donde ha insistido en que a partir de septiembre se seguirá atendiendo en Madrid a los inmigrantes indocumentados en urgencias, a las embarazadas y parturientas y a los niños.

En cuanto a las personas no españolas pero procedentes de la Unión Europea ha explicado que "tendrán que inscribirse en el Registro de Ciudadanos Residentes en España y, a partir de entonces, ganarán el derecho de asistencia sanitaria en España y lo perderán en su país".

Ha advertido a continuación que esta inscripción "tiene consecuencias fiscales y de otra índole" además de las sanitarias y por ello ha dicho que "no es un trámite que uno haga por una tontada".

Lasquetty ha recordado que los inmigrantes que sean enfermos crónicos, los tratamientos antirretrovirales de VIH y los que estaban ya siendo atendidos por la Sanidad pública madrileña, "continuarán como ahora" pero no sucederá lo mismo con los que lleguen en el futuro.

Ha dicho que esta reforma "está pensada para evitar que vengan personas de cualquier parte a España para recibir asistencia médica, lo que no sucedía en ningún país de Europa y, como es lógico, ahora tampoco sucederá" aquí.

El consejero, que no ha podido precisar por ahora lo que la Comunidad de Madrid se ahorrará con esta medida, ha explicado que en el caso de los inmigrantes procedentes de países con los que existe convenio singular, se remitirá la factura sanitaria a su lugar de origen.

"Lo que no es normal es que el año pasado hubiera mayor facturación de asistencia sanitaria a españoles en Marruecos que de marroquíes atendidos en España", ha señalado Lasquetty, que ha destacado además que hasta ahora no era infrecuente que alguien viniera aquí y se empadronara para recibir, por ejemplo, una prótesis de cadera o un tratamiento cardiológico y después se marchase".