Un día como hoy hace medio años, ETA anunció un alto el fuego permanente.

Pese a reconocer las dificultades, el Gobierno considera que el proceso de diálogo con ETA se ajusta a las previsiones de su "hoja de ruta" y que sigue intacta la esperanza de paz.

No obstante, la banda ha incrementado la violencia callejera, y ha condicionado el proceso a una mesa de partidos que decida el futuro político vasco.

Otro de los obstáculos denunciados por Batasuna ha sido la continuación de los procesos abiertos en los tribunales a miembros de ETA y su entorno, como el denominado 'macrojuicio', las actuaciones judiciales contra su aparato financiero o la propia causa contra Batasuna.

Radicalización progresiva

Además, los terroristas han ido ha ido radicalizando sus mensajes en los cinco comunicados que ha hecho públicos desde la declaración de alto el fuego permanente del pasado 22 de marzo.

Si, cuando anunció la tregua, ETA afirmaba que "la superación del conflicto" era su "deseo" y su "voluntad", el último de sus mensajes, fechado el 18 de agosto, constataba una "evidente situación de crisis" y advertía de que, "si continúan los ataques contra Euskal Herría, ETA responderá".

En estos seis meses se han registrado más de medio centenar de actos de violencia callejera entre el País Vasco y Navarra, aunque el Partido Popular afirma haber contabilizado más de un centenar de incidentes violentos.

Desde el Parlamento, todas las fuerzas políticas mantienen su esperanza en que el diálogo abierto por el Gobierno con ETA continúe, aunque el PP rechaza este intento y considera el proceso en "situación límite".

Pese a la ausencia de acuerdos, todas las fuerzas políticas confían en que la mesa de partidos se materialice "en otoño".