El tradicional espectáculo de fuegos del Apóstol volverá este año a la "rutina" presupuestaria anterior a los dos últimos ejercicios, al experimentar una reducción de 150.000 euros respecto a 2011 motivado por las circunstancias económicas actuales, que hacen "imposible" asumir el coste. A pesar de ello, la organización asegura que el evento "no defraudará" y que contará con el lanzamiento de más de 3.000 artefactos compaginados con proyecciones 3D.

El Camino de Santiago, los valores económicos y culturales de este patrimonio o la comparación de la capital gallega con otras ciudades santas como Roma o Jerusalén, serán algunos de los temas que formarán parte de este espectáculo de unos 30 minutos que iluminará la noche compostelana el 31 de julio y que llevará a cabo, de nuevo, la empresa GPD.

El presupuesto total será de unos 250.000 euros, según ha explicado en rueda de prensa el concejal de Fiestas del consistorio compostelano, Francisco Noya, de los que 211.000 los asumirá el Consorcio, y quien aclaró que los dos últimos años fueron "excepcionales", por lo que ahora toca "asumir" las circunstancias económicas.

A pesar de ello, el director de eventos de GTD, Javier Sánchez, aclaró que la pirotecnia que se desplegará este año, entre 3.000 y 3.500 artefactos (frente a los 4.500 del año pasado), será "suficiente" para no defraudar, al contar con una "función primordial" y esencial en el espectáculo.

Recuperar los temas del camino

El evento contará con la tecnología 'mapping' utilizada ya durante los fuegos de 2011 (llamada 4D), e incluirá "por primera vez" la actuación de un personaje real en un entorno 3D. Este será el actor gallego Samuel Blanco, que interpretará al descubridor del sepulcro y hará a su vez de conductor del espectáculo, como eje de unión de los temas abordados.

Además de recuperar los temas del Camino de Santiago, se hará "algún guiño" a la producción de 2011, abordando conceptos como la penitencia o el perdón y su importancia para traer "riqueza y espiritualidad" a la ciudad.

Según explicó Sánchez, las proyecciones y la pirotecnia estarán más integradas en esta ocasión, utilizando una banda sonora con "intencionalidad dramática" y para incentivar la emotividad en los espectadores. De este modo, no será "el típico mapping" de efectos, sino que será un espectáculo con peso narrativo.

Un mes de trabajo y un equipo de más de cien personas han estado involucrados en la producción y planificación del evento, que comenzará este jueves sus primeras pruebas. Ricardo Caballer estará también al cargo de la pirotecnia, con el que Sánchez encontró una conexión "muy buena" para utilizar los artefactos para "enfatizar y dramatizar".

Quema "virtual"

Uno de los momentos destacados del espectáculo será la quema de la fachada, que se consumirá de modo "virtual", además de la creación de un juego óptico para "hacer creer que la fachada no está" y se oculte entre sombras.

Asimismo, hablará de los símbolos del apóstol, como las cruces o la aparición del botafumeiro, unido con la intervención narrativa de Samuel Blanco, grabada en castellano y proyectada en 3D en un espectáculo en el que serán necesarias más de 30 personas para llevarlo a cabo.