El Códice Calixtino no apareció por un "chivatazo", sino de forma inesperada

Sala Capitular de la Catedral de Santiago en la que actualmente se muestra la réplica del Códice expuesta al público.
Sala Capitular de la Catedral de Santiago en la que actualmente se muestra la réplica del Códice expuesta al público.
EFE
Sala Capitular de la Catedral de Santiago en la que actualmente se muestra la réplica del Códice expuesta al público.

La aparición del Códice Calixtino en un garaje de Milladoiro (A Coruña), envuelto en periódicos y bolsas de plástico, no obedeció a un "chivatazo" previo sino que fue inesperada, ha dicho este sábado una fuente próxima al caso.

La comisión judicial registró el pasado martes 3 de julio el domicilio del electricista Manuel Fernández Castiñeiras, autor confeso de la sustracción, y de su mujer Remedios Nieto Mayo, el piso que adquirieron en A Lanzada (Pontevedra), dos plazas de garaje abiertas también de su propiedad, y la vivienda del hijo que tienen en común, Jesús Fernández Nieto.

El recuento del dinero hallado en estas inspecciones (1,2 millones de euros) se prolongó durante horas, según ha dicho la misma fuente, que ha señalado "que casi eran las cuatro de la mañana" cuando esta labor finalizó.

Esta fue la razón por la que se decidió posponer hasta el día siguiente el reconocimiento en un aparcamiento cerrado de esta familia, ubicado en Milladoiro. "La madrugada anterior no había podido ser, porque la luz era mínima", apunta la misma fuente.

Fue en este recinto, que hacía las veces de trastero (había un viejo somier, una maleta desvencijada, suciedad...), donde los investigadores localizaron, en la última bolsa cacheada, el manuscrito del siglo XII sustraído de la Catedral de Compostela en julio del año pasado presuntamente por el operario que trabajó para el templo.

El magistrado instructor, José Antonio Vázquez Taín, se emocionó, y con él, los testigos y agentes presentes, algunos de los cuales no pudieron contener las lágrimas, explicó la fuente.

La familia del ladrón no sospechaba de él

La misma fuente ha comentado que la mujer y el hijo de Fernández Castiñeiras, que durante 25 años trabajó para la basílica gallega como autónomo, "desconocían" que él había robado esta joya histórica.

El juez imputa a Fernández Castiñeiras cuatro delitos, contra la intimidad —por apropiarse de correspondencia de personal de la Catedral y de sus propios vecinos—, robos con fuerza continuados, hurtos y blanqueo de capitales.

A la mujer del electricista, Remedios Nieto Mayo, Vázquez Taín le imputa un delito contra la intimidad y blanqueo de capitales, y al hijo de ambos, Jesús Fernández Nieto, un delito de blanqueo de capitales.

El magistrado titular del Juzgado de Instrucción número 2 de Santiago de Compostela ha decretado para los tres miembros de esta familia de Milladoiro (A Coruña) prisión provisional sin fianza. Están en la cárcel coruñesa de Teixeiro.

Se daban cuenta de que "faltaba dinero"

Dos administradores de la Catedral de Santiago se dieron cuenta de que "faltaba dinero" porque de manera continuada, en los recuentos por los distintos conceptos, las cuentas "no cuadraban", ha informado una fuente próxima a la investigación.

Uno de ellos, Manuel Iglesias Pérez, la persona sobre la que en 2004 recaía esta encomienda, comentó en numerosas ocasiones a los miembros del Cabildo que "algo estaba pasando" porque los ingresos eran ínfimos, en comparación con las cifras registradas en años anteriores, ha señalado la misma fuente.

Iglesias Pérez alertó en su momento que de las limosnas, ofrendas y de la puesta en marcha del botafumeiro siempre se obtenían cantidades mucho mayores, ha puntualizado la misma fuente.

Otro hallazgo en una capilla de Santiago

Fuentes próximas a la investigación también han señalado que en la capilla de las Ánimas, cercana a la basílica gallega y a la Plaza de Cervantes, y que también frecuentaba Fernández Castiñeiras, apareció a finales de junio un cofre envuelto en dos bolsas de plástico en el altar de Santa Rita.

El párroco, según han informado, vio una bolsa de color azul, y dentro, otro plástico en cuyo interior se encontraba una cajita de plata en la que se guardaba la llave del sagrario de esta iglesia y que había desaparecido hacía más de dos años.

La Policía investiga ahora si Fernández Castiñeiras pudo estar implicado en este suceso. Fuentes próximas a la investigación han indicado que cuando trabajaba era frecuente verlo en la Catedral con "una caja de herramientas vacía" y, en alguna ocasión, "con bolsas de plástico".

"Estaba como obsesionado por recoger cosas, papeles, folletos, todo le servía", han dicho. En la residencia de Fernández Castiñeiras, la Policía intervino tres libros contables, en los que el electricista arrestado iba anotando todo lo que robaba, con la fecha exacta, han asegurado a Efe fuentes de la investigación.

Sobre el caso del Códice Calixtino no pesa secreto de sumario.

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