Uno de los acusados por el incendio de Guadalajara que dejó 11 muertos se declara inocente

  • Dice que las llamas no se originaron en la barbacoa, sino detrás de ellos "probablemente por un cristal".
  • Juzgan, 7 años después, a los excursionistas del incendio de Guadalajara.
  • Una barbacoa provocó un incendió que calcinó 13.000 hectáreas, costó la vida a once miembros de un retén y afectó a once domicilios.
  • La fiscalía pide dos años de cárcel y 14 millones de indemnización.
Los excursionistas Marcelino H.S., Juan José J.C. y Iasson K., en el banquillo de los acusados.
Los excursionistas Marcelino H.S., Juan José J.C. y Iasson K., en el banquillo de los acusados.
Pepe Zamora / EFE
Los excursionistas Marcelino H.S., Juan José J.C. y Iasson K., en el banquillo de los acusados.

El primero de los acusados por el incendio de la Riba de Saelices (Guadalajara) en declarar, Marcelino H.S., se ha declarado inocente y ha aseverado no tener "responsabilidad ninguna" en el incendio. Asimismo, ha cuestionado las pruebas periciales realizadas, afirmando que el fuego "no se originó en la barbacoa".

En su declaración, el acusado ha asegurado a preguntas de su defensa que ni provocó ni previó que se pudiera producir el fuego, y que mientras estaba manipulando la barbacoa se originaron las llamas detrás de él, "probablemente provocadas por un cristal".

En el juicio, que se está celebrando en la Audiencia Provincial de Guadalajara, se juzgará a los tres acusados de originar el incendio que en 2005 acabó con la vida de 11 personas que trabajaban en la extinción de las llamas.

Siete años después de ocurrir la tragedia y durante tres días, se sentarán en el banquillo de los acusados los excursionistas Marcelino H.S., Juan José J.C. y Iasson K., que están acusados de un delito de incendio forestal por imprudencia grave.

Para cada uno de ellos, la fiscalía solicita dos años de cárcel y casi catorce millones de euros de indemnización para el Gobierno regional por el coste de los trabajos de extinción —que duraron casi quince días—, por la inversión que se tuvo que hacer para reforestar la zona carbonizada y por los daños ocasionados en el material de extinción.

La fiscalía aplica para los procesados las atenuantes de confesión y dilación indebida del procedimiento, ya que la demora en la celebración de la vista oral es "ajena" a los acusados, afirma en su escrito de calificación el ministerio público.

Según el fiscal, los procesados actuaron "sin adoptar las más elementales medidas de precaución para prevenir y evitar la propagación de los llamas" durante la preparación de la parrilla, a pesar de que el uso de las barbacoas estaba autorizado.

Dicho riesgo, según el fiscal, se hizo patente cuando una primera brasa cayó al suelo, siendo apagada por los procesados, pese a lo cual descuidaron el fuego, por lo que a las 14.40 horas, una brasa cayó sobre hierba seca que actuó como combustible, favoreciendo la propagación del fuego hacia las zonas de vegetación.

Durante la evolución del fuego, que fue controlado el 21 de julio y extinguido el dos de agosto de 2005, fallecieron 11 operarios del retén de extinción y se vieron afectados 11 términos municipales. Según la Fiscalía, se ha calculado que la superficie carbonizada por el incendio fue de 12.874 hectáreas.

Como consecuencia del incendio, el fiscal destaca la eliminación de cubierta vegetal, destrucción de poblaciones de especies animales y vegetales, alteración de la textura del suelo, pérdida de elementos bióticos e incremento de la erosión.

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