El ministro de Educación, José Ignacio Wert, ha anunciado que el Gobierno prevé reducir el número de asignaturas y vías formativas y aumentar las horas de las materias instrumentales -matemáticas, lengua e idiomas-, tanto en Secundaria Obligatoria (ESO) como en Bachillerato.

Es uno de los puntos del informe sobre la futura Ley Orgánica de Mejora de la Calidad Educativa que ha presentado este viernes en el Consejo de Ministros. La reforma, ha explicado Wert en rueda de prensa, pretende principalmente tres cosas:

- Impulsar una "cultura de la evaluación". Todas las fases o etapas del sistema educativo tendrán al final de su duración una "evaluación consistente". Al final de la educación Primaria, no obstante, solo se procederá a evaluar aquello que se refiere a tener "las competencias básicas". Las pruebas serán diseñadas por el Gobierno en las enseñanzas mínimas y por las comunidades autónomas en la parte restante.

- Permitir "anticipar la elección de itinerarios educativos" por parte de los estudiantes. "Bajo determinadas circunstancias", esta anticipación será de un año o, incluso, de dos. Se "convertirá" el cuarto y último en un curso de "iniciación" con dos trayectorias "bien diferenciadas": hacia Bachillerato y hacia Formación Profesional.

- Solucionar la falta de conocimientos en materias instrumentales. Por ejemplo, ha dicho Wert, otro idioma; y, sobre todo, en la enseñanza Secundaria Obligatoria. Se realizará una "compactación del sistema educativo eliminando una buena parte de las distintas modalidades que actualmente tiene y que se han manifestado como ineficientes", ha dicho, y "muy caras". Es decir, se reducirán las asignaturas optativas.

En relación a los centros docentes, se promoverá la especialización, habrá "una mayor autonomía" para su gestión y para desarrollar acciones orientadas a la mejora de la calidad, se promoverá el uso de las TIC y se potenciará el plurilingüismo.

En cuanto a las becas, el ministro ha dicho que son "el ingrediente más importante" de su departamento y consumen más del 60% del presupuesto educativo. La cuantía económica destinada a becas generales para el curso que viene se mantiene intacta con respecto al ejercicio anterior y asciende a 1.235 millones de euros.

El Real Decreto sobre becas aprobado, además, "mantiene los umbrales de renta" y los de patrimonio familiar vigentes, pero introduce una "modificación prudente y escalonada" de las exigencias del rendimiento académico.

Se exigirá una nota media del 5,5 para la "beca salario" para acceder a Bachiller, que incluye el pago de la matrícula y un sueldo para que el alumno estudie y no trabaje; para la beca universitaria la nota será de 5,5 para el primer curso y habrá un incremento de la obtención de créditos para los siguientes.

Para el curso 2013-2014, y dado que los estudiantes no estaban "avisados", la nota media en enseñanzas universitarias será "como máximo" de 6,5, sin llegar "al notable"; para renovar la beca habrá que superar el 100% de los créditos en la mayoría de las carreras, excepto en Arquitectura e Ingeniería (85%).

Asimismo, los universitarios con beca que no aprueben como mínimo la mitad de las asignaturas matriculadas tendrán que devolver el importe íntegro de esta ayuda. "Hasta ahora, bastaba con presentarse a un tercio de las asignaturas que se habían matriculado", ha indicado Wert, que ha subrayado la necesidad de que los alumnos correspondan con su trabajo "las exigencias que supone para el conjunto de los ciudadanos" el sistema de becas.

La vicepresidenta del Gobierno, Soraya Sáenz de Santamaría, ha indicado, por su parte, que la reforma de la enseñanza tiene como objetivo mejorar la calidad educativa, acabar con el fracaso y el abandono escolares y aumentar las posibilidades de empleo, para lo que se buscará la "complicidad" del sector y el "acuerdo" de todas las fuerzas políticas.