La prima de riesgo española ha vuelto a vivir un día de bajada y ha cerrado este jueves en 471 puntos básicos. Se aleja de la temita barrera de los 500. Se trataba de una jornada clave, ya que el Tesoro ha logrado colocar finalmente 2.074 millones de euros en bonos y obligaciones, algo más del máximo previsto aunque elevando ligeramente el interés.

La prima cerró la jornada del miércoles en 494 puntos, lo que significaba que abandonaba la peligrosa barrera de los 500 puntos que llevaba superando desde el pasado 25 de mayo, marcando cifras récord desde la entrada de España en el euro.

La prima de riesgo o 'riesgo país' mide la diferencia entre el interés que se pide a la deuda emitida por un país cuyos activos tienen mayor riesgo respecto de otro libre de riesgo y con el mismo vencimiento. En este caso, compara el bono de deuda español a diez años con su equivalente alemán, generalmente considerado como el más seguro.

El efecto que tiene en el mercado es que, cuanto más alta esté la prima de riesgo, más le cuesta a España financiarse porque tiene que ofrecer una rentabilidad más alta a los inversores para que accedan a comprar emisiones de deuda pública española.

En resumen, mide el nivel de confianza de los mercados en un país. A mayor desconfianza, mayor tendrá que ser la rentabilidad ofrecida por ese país para atraer a inversores.

Por otro lado, la Bolsa española ha subido un 0,3%, influida por factores opuestos, como la bajada de tipos en China, que alentó las subidas durante parte de la sesión, y el anuncio del presidente de la Fed, Ben Bernanke, de que no habrá estímulos a corto plazo.

El Ibex-35 ganó 19,20 puntos, un 0,3%, hasta 6.438,10 puntos, en tanto que el Índice General de la Bolsa de Madrid se apuntó 2,08 puntos, un 0,32%, hasta 654,53 puntos. La Bolsa llegó a protagonizar subidas más elevadas durante la sesión tras conocerse la decisión del Banco Central de China de bajar los tipos de interés 25 puntos básicos hasta el 6,31%, la primera medida de este tipo desde 2008. Detrás de esta medida se encuentra la preocupación de que la ralentización de la economía china derive en un frenazo "brusco".