La prima de riesgo de España, que mide el diferencial entre el bono español a diez años y el alemán del mismo plazo, ha vuelto a batir este miércoles sus registros máximos, hasta tal punto de llegar a los 540 puntos básicos, nuevo récord intradía desde la entrada del euro. Ya por la mañana, alcanzó los 538 puntos y, tras una pequeña relajación al mediodía con los anuncios desde la Unión Europea, volvió a subir a primera hora de la tarde hasta llegar a los citados 540 puntos. Finalmente, cerró en 539, lo que supone un nuevo récord de la prima al cierre.

La rentabilidad del bono español alcanzaba el 6,6%, un nivel que incluso el ministro de Economía, Luis de Guindos, asegura que "no es sostenible a largo plazo". De Guindos ha atribuido la fuerte subida de la prima de riesgo a las dudas sobre el futuro político en Grecia y ha mostrado su confianza en que la prima volverá a niveles razonables tras las elecciones griegas.

Nnguno de los frentes que tiene abiertos España se ha resuelto en los últimos días tampoco, ni la reestructuración del sistema financiero, la nacionalización de Bankia, los objetivos de déficit para este año, o la posibilidad de que Grecia abandone el euro si en las elecciones de junio se imponen los partidos que prefieren que el país abandone la moneda única.

La noticia de que el BCE habría echado atrás el plan del Gobierno para rescatar Bankia —negada por el Gobierno— así como el anuncio de la salida anticipada del presidente del Banco de España de la institución tras el veto del PP a su comparecencia en el Congreso, han hecho crecer rápidamente la desconfianza en el país.

La prima de riesgo o 'riesgo país', mide la diferencia entre el interés que se pide a la deuda emitida por un país cuyos activos tienen mayor riesgo respecto de otro libre de riesgo y con el mismo vencimiento. En este caso, compara el bono de deuda español a diez años con su equivalente alemán, generalmente considerado como el más seguro.

El efecto que tiene en el mercado es que, cuanto más alta esté la prima de riesgo, más le cuesta a España financiarse porque tiene que ofrecer una rentabilidad más alta a los inversores para que accedan a comprar emisiones de deuda pública española. En resumen, mide el nivel de confianza de los mercados en un país. A mayor desconfianza, mayor tendrá que ser la rentabilidad ofrecida por ese país para atraer a inversores.

Según De Guindos, las necesidades netas de emisión en lo que resta de año son extremadamente reducidas, apenas 3.000 millones de euros, por lo que no existe necesidad de celebrar subastas más allá de las previstas.

Rebasar la barrera de los 500 puntos supuso para otros países iniciar el mecanismo de rescate, como ocurrió con Grecia (500 puntos), Portugal (517) e Irlanda (544).

Precisamente el riesgo país de otros países de la zona del euro también repuntaba, hasta 447 puntos básicos el de Italia y hasta 1.119 puntos básicos el de Portugal. La prima de riesgo irlandesa, por el contrario, apenas se movía y se situaba en 603 puntos básicos, uno menos que al cierre precedente.

Los seguros de impago de deuda (credit default swap o CDS) relativos a los bonos a diez años de España para cubrir la posibilidad de impago de 10 millones de dólares se cambiaban a 522.380 dólares anuales, por encima de los 522.145 de la víspera.

Por otro lado, la Bolsa española bajó este miércoles el 2,58% y registró otro mínimo anual en 6.090 puntos, afectada por la caída de los mercados internacionales, las ventas en el mercado de deuda y el retroceso de los grandes valores.

El principal indicador del mercado español, el Ibex-35, ha caído 161,30 puntos, el 2,58%, hasta 6.090,40 puntos, nuevo mínimo anual. Las pérdidas acumuladas este año se elevan al 28,90%. El resto de parqués europeos también registraron este miércoles pérdidas similares al Ibex.

Todos los valores salvo tres (Gas Natural, Caixabank y REE) quedaron en negativo. Una vez más, Bankia encabezó las pérdidas dejándose casi un 9%.

Además, el euro mantuvo este miércoles su fuerte depreciación frente al dólar y perdió el nivel de los 1,24 dólares al situarse en su paridad más baja desde el 1 de julio de 2010, influido por los problemas en el sector bancario de España.