La polémica ley para la memoria histórica, cuyo anteproyecto de ley se tramitará el viernes en el Consejo de Ministros, va a resultar más “descafeinada” de lo que en un primer momento podía preverse.
Eso es, al menos, lo que se desprende de las declaraciones realizadas el martes por Zapatero en León en un encuentro informal con periodistas.
“En el anteproyecto habrá alguna referencia a los símbolos franquistas, una recomendación genérica sin elementos polémicos (…), no se aludirá a la iglesia, porque soy muy respetuoso con ella”, manifestó el presidente.
Cuando en 2004 se inició el proceso de elaboración del actual texto, el Ejecutivo se encontró inmerso en un entorno un tanto maniqueo:
- Por un lado estaban IU y ERC, quienes pretendían una ley de máximos.
- Por otro se encontraba el PP, que se mostraba partidario de dejar las cosas tal y como estaban. "Es un tema cerrado que no interesa a nadie", llegó a afirmar el líder popular, Mariano Rajoy.
El presidente se encontró sobre la mesa con propuestas concretas que iban desde la eliminación de símbolos franquistas de las iglesias, hasta la recomendación a las autoridades locales y autonómicas para que eliminasen cualquier símbolo que pudiese ensalzar el golpe militar de junio del 36.
“Hay personas que no han sido reconocidas hasta ahora y a ellas va dirigida esta ley que prepara el Gobierno”, matizó Zapatero, quien recordó que “desde la Transición ha habido una serie de iniciativas reconociendo prestaciones económicas y de otro tipo a personas que vivieron la tragedia de la Guerra Civil y la dictadura”.
Críticas del PP
No obstante, y hasta que el viernes no se tramite el texto por parte del Consejo de Ministros, “nadie conoce el contenido del anteproyecto, con la excepción de la vicepresidenta y yo”, ha asegurado el presidente.
Esta incógnita ha servido, por un lado, para que Zapatero se haya defendido de las posibles críticas procedentes, fundamentalmente, del lado del PP.
“¿Cómo pueden criticar si no conocen el contenido del anteproyecto?”, se preguntaba Zapatero.
Por otro lado, los populares, por boca del diputado Manuel Atencia, han basado su crítica al Gobierno, precisamente, en esta ausencia de información.
“El Ejecutivo prometió remitir informes a la Cámara Baja y lo ha incumplido", ha afirmado Atencia.
Sea como fuere, habrá que esperar hasta el viernes tras el Consejo para apreciar medidas concretas.
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