Axel Kicillof, el 'niño bonito' del gobierno Kirchner y el ideólogo en la expropiación de YPF

El viceministro de Economía, Axel Kicillof, en el Senado de Buenos Aires (Argentina).
El viceministro de Economía, Axel Kicillof, en el Senado de Buenos Aires (Argentina).
El viceministro de Economía, Axel Kicillof, en el Senado de Buenos Aires (Argentina).

Con sus ojos azules, su rostro infantil, su estilo descamisado y su aversión a las corbatas, el viceministro argentino de Economía, Axel Kicillof, se ha convertido estos días en el rostro representativo de la intervención estatal de la petrolera YPF. De hecho, se le considera el verdadero cerebro de la expropiación.

Los medios argentinos le han llamado de todo, desde "el pibe que sacude a España" hasta "el Kennedy de Argentina", por su juventud y su poder de oratoria. Y lo cierto es que Kicillof, un economista de 40 años graduado con diploma de honor en la Universidad de Buenos Aires, ha cogido las riendas económicas de la filial de Repsol tras una carrera política fulgurante y abrigada al cobijo de la familia Kirchner.

Kicillof, profesor de Ciencias Económicas en la universidad bonaerense, procede de La Cámpora, una agrupación de la juventud peronista de izquierda y fundada por el difunto presidente Néstor Kirchner a su llegada al poder, en 2003. El grupo —que lleva el nombre del fugaz expresidente argentino Héctor Cámpora— está liderado por su hijo mayor, Máximo Kirchner, y en él se recuesta el "ala cristinista" del Gobierno.

La presidenta Cristina Fernández de Kirchner, según varios analistas argentinos, quedó encantada cuando su hijo le presentó a Kicillof. "A Cristina la tengo hipnotizada", ha llegado a exponer en alguna ocasión el joven economista según el diario Clarín.

Bajo el gobierno de Cristina Fernández, Kicillof ha ganado rápidamente espacios en el Ejecutivo generando ciertos resquemores entre los funcionarios que históricamente respondieron a Kirchner, entre ellos el propio Julio De Vido, ministro de planificación y primer espada del Gobierno argentino en este proyecto de expropiación.

El ideólogo de la expropiación

De orientación teórica keynesiana —no en vano ha publicado dos ensayos sobre el economista británico— Kicillof, a quien los medios locales señalan como el principal ideólogo y redactor del proyecto de expropiación, ha ganado peso en el gabinete desde la muerte de Kirchner en detrimento de De Vido, su partennaire en la intervención de YPF. De hecho, según fuentes del sector energético, la iniciativa del viceministro era aún más radical y fue el propio De Vido quien tuvo que frenar sus intenciones.

Pese a su nula experiencia en temas petroleros, Kicillof ha llevado la voz cantante en las negociaciones con YPF por encima de funcionarios de mayor rango, como el propio ministro de Economía, Hernán Lorenzino. "De Vido se encargará ahora de la parte técnica del negocio petrolero y Kicillof de la cuestión económico-financiera", insisten en los círculos cercanos al gobierno de Fernández de Kirchner.

Sus rifirrafes dialéticos con Antonio Brufau durante estos días demuestran que el viceministro argentino de Economía está determinado en sus ideas. "Argentina deberá pagar el justiprecio por YPF, con una valoración que no hará Kicillof, quien de valorar empresas no sabe mucho", espetó el presidente del Repsol al joven economista, quien no dudó en responder al empresario catalán. "No le vamos a pagar lo que quiera. Los tarados son los que piensan que el Estado debe ser estúpido y cumplir lo que dice la empresa", se defendió.

Antes de ser nombrado interventor de YPF y de que fuera apuntado a finales de 2011 como responsable de Política Económica del Palacio de Hacienda, Kicillof (casado y padre de dos hijos) había trabajado como representante estatal en el Consejo de la siderúrgica argentina Siderar y como subgerente de Aerolíneas Argentinas, su último cargo antes de enrolarse en el gabinete de Fernández de Kirchner.

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