Exponen parte de las 30.000 fotos familiares que se llevó el tsunami de Japón

  • Entre a las pertenencias que se rescataron de los pueblos devastados y se reunieron en centros escolares proliferaban las instantáneas personales.
  • El proyecto 'Lost & Found' reunió a 500 voluntarios que restauraron las fotos para una posible devolución a sus dueños.
  • La fundación Aperture de Nueva York expone una selección de las imágenes que no fueron reclamadas.
Una de las instantáneas de 'Lost & Found' reunidas en la exposición
Una de las instantáneas de 'Lost & Found' reunidas en la exposición
Lost & Found project - Aperture Foundation
Una de las instantáneas de 'Lost & Found' reunidas en la exposición

Un niño de unos ocho años sentado en un prado, un brazo haciendo el símbolo de la victoria, una gran familia disfrutando de la sobremesa, la entrada de una casa, un grupo de chicas ataviadas como gimnastas...

Las fotografías, con manchas de colores cálidos, rayajos y partes totalmente borradas descansaban en los álbumes, las salas de estar y las mesillas de noche del pueblo japonés de Yamamoto, en la prefectura de Miyagi. La zona fue una de las más afectadas por el terremoto, el tsunami y la posterior catástrofe nuclear que tuvo lugar en Japón en marzo de 2011.

Distorsionadas por el contacto con el fango

La fundación Aperture, en su galería de Nueva York, expone hasta el 27 de abril Lost & Found (Perdido y encontrado), una extensa colección de fotos sin dueño, distorsionadas por el contacto de las emulsiones químicas con el agua y el fango que invadieron Japón.

Hubo más de 19.000 muertos y decenas de miles de desplazados. Tras la tragedia, cuando la búsqueda de supervivientes finalizaba y las misiones de limpieza de la zona ya no eran tan intensivas, el rastro de los pueblos y las vidas de sus habitantes comenzaron a emerger en el silencio de los escombros.

La policía y los bomberos recogían objetos que los voluntarios exponían en los centros escolares: las fotos familiares crecían en número y nadie  las reclamaba. Las imágenes, entre cotidianas y fúnebres y corroídas por el desastre, proliferaban entre las demás pertenencias sin que nadie supiera muy bien qué hacer con ellas.

Limpiar y digitalizar

De la necesidad de buscar salida a esos recuerdos personales nació el proyecto Lost & Found. La misión fue clasificar y preparar las fotos para una posible devolución a sus dueños. Más de 500 voluntarios limpiaron y digitalizaron las imágenes, algunas en un relativo buen estado y otras dañadas hasta el punto de que resulta imposible reconocer a los retratados.

En las paredes de la galería neoyorquina se suceden las instantáneas, enmarcadas o desnudas. La exposición de la fundación Aperture reúne una selección de las 30.000 que no pudieron devolverse, una ocasión, según los organizadores, "de pensar en la relación que las personas establecen con las fotos y considerar el significado de las imágenes por sí mismas".

Cada una había sido creada para guardar un recuerdo, capturar un acontecimiento valioso de la vida de alguien. Lost & Found busca con la restauración y la exposición preservar los mensajes perdidos, demostrar que la existencia previa de la normalidad y de los momentos cotidianos antes de que la tragedia lo engullera todo.

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