Langostinos y móviles para el rey del módulo V de la prisión de Valdemoro, David Lozano

  • El narcotraficante David Lozano compró a varios funcionarios de la cárcel de Valdemoro para tener prebendas en prisión.
  • En el curso de cocina se daba auténticos homenajes.
El narco David Lozano Martínez, preso en el módulo V de la prisión madrileña de Valdemoro.
El narco David Lozano Martínez, preso en el módulo V de la prisión madrileña de Valdemoro.
EFE
El narco David Lozano Martínez, preso en el módulo V de la prisión madrileña de Valdemoro.

David Lozano Martínez, 34 años, fue durante cinco meses el rey del módulo V de la prisión de Valdemoro (Madrid), el mejor módulo de la cárcel, el de respeto, al que solo entran los reclusos que han firmado una especie de contrato de buenas intenciones y cuyo régimen es más flexible que el de los otros módulos del centro penitenciario.

Lozano siempre ha sido un tipo listo. Once años estuvo fugitivo desde que participara en mayo de 1999 en el crimen de un portero de la discoteca Amnesia de Madrid. Pertenecía al clan de los iraníes, que en esa época controlaban la seguridad de los locales nocturnos de la capital y la droga que se movía en ellos.

Fue detenido en septiembre de 2010 en Málaga. Y tras ingresar el 18 de septiembre de ese año en el módulo VII de Valdemoro, en febrero de 2011 consiguió que le trasladaran al módulo V, al de respeto, donde vivía a cuerpo de rey protegido por otro recluso importante, el famoso exguardaespaldas de Ana Obregón. Y eso que fue condenado a 25 años por el asesinato de 1999. Lozano logró todo tipo de prebendas dentro de la cárcel gracias a tres funcionarios de la prisión (los tres ya han sido suspendidos de empleo y sueldo).

Como ya publicó 20minutos el pasado 11 de noviembre, la operación Edén permitió desarticular las ‘mafias de la noche’ (hubo 150 detenidos) y averiguar la buena vida que llevaba el narco Lozano en Valdemoro.

Uno de los funcionarios presuntamente en nómina era José Luis P. R., nada más y nada menos que el exsubdirector de la prisión, que consiguió incluso que le pagaran una juerga con prostitutas en una sauna de Madrid. Otro era Fernando S. F., que desde el departamento de comunicaciones habría autorizado a Lozano más visitas de las permitidas y disponer de móviles. El tercer funcionario investigado es una mujer, hermana de un ex alto cargo del PSOE. Lozano consiguió entrar en un curso de cocina, que imparte cada semana la ONG Horizontes Abiertos. "Gracias a ese curso se montaba unas buenas comilonas con langostinos y chuletas", explican fuentes penitenciarias.

Vicepresidente

Lozano era popular en el módulo V. Allí los presos se reúnen en grupos de 20 con un encargado al frente que organiza las actividades. Luego, los grupos eligen a una especie de presidente y vicepresidente de módulo, cargo este último que llegó a recaer en Lozano, que gracias al cual se hizo con otro puesto en un curso de energía fotovoltaica y placas solares.

La investigación de la operación Edén hizo que a Lozano se le acabara el chollo en julio de 2011, aunque sus tentáculos era amplios. Logró que un cuarto funcionario, Juan M. G., ya suspendido y destinado en el CIS Victoria Kent de Madrid, ayudara presuntamente a otro preso, Alfonso T.T., también de la banda de los iraníes y condenado por el mismo crimen de 1999. Estaba en régimen de semilibertad, y era el hombre de Lozano en la calle para llevar sus negocios.

Comida sin ningún tipo de control

El sindicato Acaip empezó a denunciar en diciembre de 2009 lo flexibles que eran el subdirector de seguridad ya suspendido y el que lo sustituyó a la hora de controlar los productos que la ONG Horizontes Abiertos mete en la prisión para el curso de cocina en el módulo V. La mayoría son productos prohibidos, según la normativa, que exigen un control previo que no se realiza. Acaip pone el ejemplo de botes de crema, que no se examinan, y que pueden llevar ocultos navajas o móviles, objetos decomisados en ese módulo.

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