El ministro de Hacienda y Administraciones Públicas, Cristóbal Montoro, ha presentado este lunes los datos de déficit público en España correspondientes al "cierre provisional" del año 2011.

Montoro ha informado de que el ejercicio 2011 se cerró con un déficit del 8,51% del PIB, esto es, un 2,51% por encima de la cifra estimada para el ejercicio pasado por el gobierno de José Luis Rodríguez-Zapatero. El Ejecutivo ya había avisado a finales del año pasado que rebasaría dos puntos la previsión oficial del anterior Gobierno.

Además, el ministro ha concretado el cierre de las cuentas de cada una de las administraciones, que también han acabado el 2011 con cierto desfase respecto a las estimaciones iniciales. El Estado registró el año pasado un déficit del 5,1% del PIB frente al 4,8% previsto inicialmente. Las comunidades, por su parte, que iban a registrar un déficit del 1,3%, situaron finalmente su desfase por encima del 2,94%. El déficit para las entidades locales se situaba en el 0,38%, frente al 0,3% calculado el año anterior.

La desviación del Estado, por lo tanto, frente a lo presupuestado inicialmente para 2011 fue del 0,3%, la desviación de las Comunidades un 1,64% y la de las corporaciones locales, un 0,08%.

El ministro también ha desglosado la cifra de déficit por comunidad autónoma. Los porcentajes calculados por el Ministerio de Hacienda son:

La comunidad de Madrid ha sido la única que ha cerrado 2011 con un déficit inferior al objetivo marcado, en concreto con el 1,13% del PIB frente al 1,3% que se había fijado. En 2010 la Comunidad de Madrid también logró un buen resultado, con un déficit del 0,73%.

Asimismo, la Seguridad Social, que inicialmente iba a registrar un superávit del 0,4%, acabó el año con un déficit de más de 995 millones de euros, cerca del 0,2% del PIB.

"No vamos a responsabilizar a ninguna de las administraciones territoriales de esta desviación, no se le puede echar la culpa a nadie", ha defendido Montoro, quien acusa al anterior Ejecutivo socialista de la "inaplicación de parte del sistema de financiación autonomica". El ministro ha reiterado asimismo que se contemplarán "sanciones e intervenciones en el caso de que se produzcan incumplimientos reiterados del déficit público".

De esta forma, Montoro que ya ha enviado estas cifras de Ejecución Presupuestaria a Bruselas, y las utilizará para intentar rebajar el objetivo de déficit público para el año 2012, actualmente situado en el 4,4%. "Teníamos tiempo hasta finales de marzo, pero era conveniente hacerlo ahora porque estamos preparando los Presupuestos de 2012 y tenemos que adecuar el techo de gasto y las previsiones de ingresos", ha asegurado el ministro.

"¿El ajuste? No se lo voy a decir", ha contestado el ministro a un periodista que le cuestionaba en la sede del Ministerio de Hacienda qué ajuste adicional que habría que realizar en las cuentas públicas para cumplir el objetivo de déficit. "No voy a decir ni una palabra sobre lo que nos queda por delante..." aseguró Montoro, quien también se negó a confirmar si será factible reducir el déficit este año al 4,4% marcado como límite por la UE.

Las cifras presentadas esta tarde por Montoro desmienten así la información que había publicado Reuters sobre el temor de Bruselas a que España hubiera inflado su cifra de déficit, y que obligó a la Unión Europa a realizar un desmentido oficial.

"Quien diga que se infla el deficit no es que engañe, es que desconoce nuestra estadísitica presupuestaria. La contabilidad de España está al primer nivel de la Unión Europea, no tiene que enviar nada a ningún país europeo. Eso lo quiero dejar clarísimo. No hay posibilidad de hacer esos ejercicios de enmascaramiento en nuestro país", ha zanjado el ministro de Hacienda.

Desde el Gobierno, la vicepresidenta Soraya Sáenz de Santamaría, tachó entonces de "rotundamente falsa" la supuesta sospecha y avisó que "la credibilidad de España" no podía ponerse en entredicho. También el ministro de Economía, Luis de Guindos, se puso en contacto con el comisario Olli Rehn para comunicarle que no había "base" para semejantes suspicacias.