Ocho tramos de vías de Cercanías acumulan las quejas por retrasos

  • El colectivo de viajeros Ecomovilidad.net y trabajadores ferroviarios critican los cuellos de botella y la saturación de las vías, sobre todo cerca de Atocha.
  • Renfe dice que la puntualidad es del 95%.
Viajeros esperando en el andén de la estación de trenes de Atocha.
Viajeros esperando en el andén de la estación de trenes de Atocha.
JORGE PARÍS
Viajeros esperando en el andén de la estación de trenes de Atocha.

Cercanías siempre ha presumido de puntualidad. Aunque en los últimos meses, viajeros y maquinistas han notado más retrasos que de costumbre, llegando en algún caso a superar la media hora. El colectivo de usuarios Ecomovilidad.net y fuentes del sector ferroviario de CC OO aseguran que "se ha dotado unas líneas a costa de otras que antes funcionaban". Además, la red está plagada de cuellos de botella, y las vías, saturadas de trenes. "La misma infraestructura es compartida por redes regionales y nacionales, pero las vías no se han ampliado lo suficiente», dicen los trabajadores.

Renfe reconoce este último problema: "Por las vías circulan los Cercanías, pero también el AVE, y la Media y Larga Distancia. Son muchas variables las que hay que controlar para cuadrar horarios". Aunque los portavoces de Cercanías defienden que su puntualidad "ronda el 95%, una cifra razonable para una red con casi un millón de viajeros al día".

Los puntos negros

Túnel Sol-Atocha (C-3 y C-4). Al llegar a Atocha, los trenes de Sol solo tienen una vía de parada, "lo cual se torna escaso cuando se planifica un tren cada 2-3 minutos", según Ecomovilidad. En hora punta, "se ven hasta tres convoyes detenidos" a la espera de vía libre.

Villaverde Bajo-Atocha (C-3 y C-4). La llegada del AVE de Valencia ha reducido a la mitad las vías disponibles para entrar a Atocha desde el sur, según los maquinistas. "Ahora solo hay una vía por sentido", apuntan. Renfe dice que al acabar las obras volverá la normalidad.

Asamblea de Madrid-Atocha (C-1, C-7 y C-10). En Atocha se juntan las líneas procedentes de Alcalá y de Príncipe Pío, lo que forma un cuello de botella difícil de solucionar.

Fuente de la Mora-T4 (C-1). "La catenaria de este tramo se preparó para el AVE, pero el Cercanías tiene un voltaje diferente. Hay unos metros de transición donde el tren debe circular a baja velocidad", explican trabajadores de la línea.

Cantoblanco (C-4). En esta estación confluyen los ramales de Alcobendas y de Colmenar. Hasta que no pasa un tren al trazado central no puede pasar el otro. "Los horarios se miden al segundo. En cuanto un tren para más de lo normal, toda la red se resiente".

Corredor del Henares (C-7). Fuera de hora punta, encontrar el tren a su hora "es una lotería", según Ecomovilidad. "Unos trenes van con adelanto y otros con retraso. Al final nunca cuadra", añaden.

Pasillo Verde (C-1, C-7 y C-10). Las líneas que salen de Príncipe Pío y recorren el sur de Arganzuela "no cumplen ningún horario desde hace semanas. Hay esperas cercanas a los 20 minutos", critica Ecomovilidad.

Ramón y Cajal-Chamartín (C-7 y C-8). Este tramo de entrada al túnel de Recoletos "solo permite circular a 20 km/h, lo que se hace eterno".

Las ventajas de la red

A la T-4 en solo 25 minutos. Cercanías se amplió en septiembre desde Príncipe Pío hasta el aeropuerto. Son 25 minutos desde Atocha por 2,15 €.

De Aranjuez a El Escorial sin bajar del tren. La C-3 ahora aprovecha el túnel de Sol para unir el sur de la región (Aranjuez) con el noroeste (El Escorial) sin hacer transbordo.

La C-5, casi sin incidencias. La línea C-5, una de las más utilizadas, funciona prácticamente como un reloj. Une las grandes ciudades del sur metropolitano (Móstoles, Alcorcón, Leganés y Fuenlabrada).

Nuevo túnel para el AVE. Adif ha construido un tercer túnel entre Atocha y Chamartín. Acogerá los trenes del AVE y ayudará a aliviar la saturación que sufre el resto de la red ferroviaria de la capital.

Huelga en la venta de billetes

Los empleados del área comercial de Cercanías de Madrid (venta de billetes e interventores) planean hacer huelga todos los viernes y domingos en protesta por "los movimientos de personal que están provocando una falta de trabajadores en las estaciones", según fuentes sindicales. Los paros se han establecido de 5.00 a 8.00 h, y de 21.00 a 1.00 h; con unos servicios mínimos próximos al 70%. En el área comercial hay 1.500 trabajadores, de los cuales aproximadamente 400 son vendedores de billetes, según datos de CC OO. Renfe asegura que los paros "no afectan al funcionamiento de los trenes".

"Tres días a la semana, el tren llega tarde"

Isidro Barqueros. Consultor y estudiante de CC. políticas, 25 años. Isidro es uno más del millón de madrileños que cogen a diario el Cercanías. Cada día realiza, al menos, dos viajes entre Asamblea-Entrevías (Vallecas) y Aluche. Y conoce muy bien los incumplimientos del horario del servicio. De hecho, llega tarde a la cita con este periódico por un nuevo retraso. "Como mínimo, tres días a la semana el tren llega más tarde de lo que debería", se disculpa. En alguna ocasión esta tardanza le ha provocado problemas en el trabajo o los estudios, por lo que no duda en poner reclamaciones. "Si se retrasa dos o tres minutos no pongo quejas. No merece la pena. Pero cuando es una cosa exagerada, como por ejemplo el doble de la frecuencia programada, evidentemente que reclamo", asegura. Sin embargo, cree que Renfe no pone facilidades a los viajeros que quieran protestar: "Te obligan a presentar el escrito presencialmente. Es un engorro, porque al final pierdes más tiempo. Y hay mucha gente que desiste". Según su experiencia, el retraso medio es de cinco minutos: "Puede parecer poco, pero si tienes que hacer un transbordo, te destroza".
Mostrar comentarios

Códigos Descuento